SAN PEDRO SULA. A finales del pasado mes de mayo, varias representantes de la plataforma Somos Muchas, presentaron una propuesta ciudadana al Congreso Nacional solicitando la despenalización del aborto.
Carmen Haydeé López, vocera de dicho colectivo y parte de la Comisión de Educación y Sensibilización, dijo a Tiempo Digital que “En el Congreso Nacional se está discutiendo el ante proyecto de ley del nuevo Código Penal. Creemos que es el momento idóneo precisamente para poder debatir social y públicamente el delito del aborto porque es algo que se tiene que discutir. Entonces estamos aprovechando la coyuntura.”
Somos Muchas y la Iglesia
Mauricio Oliva, el presidente del Congreso Nacional, se pronunció esta semana, a través de su cuenta de Twitter y definió su posición con respecto al tema: “Soy médico cirujano. Me preparé para preservar la vida. No estaré nunca a favor del aborto.”, escribió el titular del Poder Legislativo. Mario Pérez, diputado nacionalista, también se declaró por la misma línea: “ningún sector social ni religioso del país debe preocuparse, porque el aborto sí será penalizado en el nuevo Código Penal”.
El tema religioso, tal como lo evidencia la declaración de Pérez, siempre sale a colación inevitablemente cuando se discute lo del aborto. Al preguntarle a la vocera de Somos Muchas acerca de cómo lidian como mujeres y como organización con el tema religioso, nos explicó: “Partimos del hecho de que la iglesia no es homogénea en cuanto a sus vertientes o posturas, y en este sentido nosotras creemos que ya ha sido una ganancia ver que religiosos reconozcan que existe una problemática y se involucren en el debate”.
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López dijo a Tiempo Digital que varias integrantes de Somos Muchas se han estado reuniendo en privado con diversos diputados y otros políticos, incluyendo al propio Mauricio Oliva, y aunque muchos se han mostrado abiertos al tema, a la hora de pronunciarse públicamente cambian de opinión.
Al preguntarle sobre la posibilidad que la Iglesia este ejerciendo alguna presión, la vocera de Somos Muchas respondió: “Dentro del mismo Congreso Nacional hay lealtades y relaciones de bastante poder respecto a la Iglesia, así que lo veíamos venir… La iglesia tiene esa capacidad de influenciar a tomadores de decisiones. Y no solo de influenciarlos, también de comprometerlos.”
El otro argumento que se levanta constantemente en contra del aborto es aquel de los que se proclaman “pro vida”, es decir, que están a favor de la vida del feto, sin importar las circunstancias de su concepción, de la salud de la madre o de la salud del feto mismo.
Según esta activista, la organización Somos Muchas no está abogando –al menos no en este momento- por el aborto libre, sino por el aborto legal dados 3 casos en específico nada más: 1) cuando el embarazo es producto de una violación sexual. 2) Cuando pone en grave riesgo la salud y la vida de la mujer embarazada y 3) cuando existen graves malformaciones congénitas incompatibles con la vida.
El punto número 1, en un país como Honduras en el que se reportaron casi 5,000 denuncias de violaciones de niñas y mujeres en los últimos cinco años, llama la atención puesto que muchas de estas víctimas quedaron embarazadas y algunas decidieron interrumpir su embarazo en la clandestinidad al no contar con ninguna otra forma de hacerlo.
Según las estadísticas que maneja la organización de Somos Muchas, los registros nacionales indican que cada año egresan de los hospitales públicos entre 14 y 15 mil mujeres con diagnóstico de aborto, 102 de ellas eran niñas menores de 14 años en 2015. Estas cifras pueden llevar a la conclusión de que existe una relación entre el abuso sexual y el aborto clandestino.
Reportes brindados por la organización Médicos sin Fronteras en Tegucigalpa, muestran que en el 2015 atendieron 593 casos nuevos por violencia sexual y 774 casos nuevos atendidos por el área de psicología por violencia sexual y exposición a la violencia para un total de 1340 casos de seguimiento médico y psicológico.
Honduras es uno de los únicos seis países que tienen una restricción absoluta y total del aborto. De acuerdo a los registros hospitalarios de muertes maternas en los hospitales públicos de Honduras: en los últimos 5 años, al menos el 30% de ellas ocurrieron por condiciones previas que se complicaron por el embarazo y el parto; es decir, que esas mujeres hubieran salvado sus vidas con una interrupción oportuna de dicho embarazo.
“En general”, recalca Carmen Haydeé López, “algunas de las leyes y las políticas de salud reproductiva más restrictivas en el mundo se encuentran en América Latina, en particular en materia de aborto».
Al preguntarle al respecto, Carmen Haydeé López opinó: “tiene mucho que ver el hecho de que no se reconoce la libertad reproductiva como un derecho humano fundamental”.
La criminalización del aborto busca como resultado final reducir tasas de mortalidad y de problemas de salud subsecuentes a este controversial acto, sin embargo, la vocera de Somos Muchas señala que: “La imposición de restricciones legales sobre el aborto no reduce la probabilidad de que las mujeres busquen este servicio de salud reproductiva en algún momento de sus vidas, por el contrario impulsar este tipo de leyes restrictivas obligan a las mujeres a arriesgar sus vidas y su salud al recurrir a abortos inseguros, en la clandestinidad… .”
Se estima que entre los meses de Septiembre y Octubre se llegue a una resolución al respecto y se sabrá entonces si se incluye o no el aborto como delito en el nuevo Código Penal. Esta es la primera vez en 33 años que se está discutiendo una nueva normativa penal.
