Los primeros mil soldados ya están instalados en la zona de California, Arizona y Texas a la espera de la Caravana de migrantes que se aproxima.
Donald Trump había amenazado que los efectivos podrían llegar hasta 15 mil y aseguró que dispararán contra los centroamericanos si lanzan piedras.
El día viernes llegaron los primeros mil efectivos del ejército de EE.UU. hacia la frontera con México.
La Fuerza Área difundió el despliegue militar que comenzó a caracterizar el paisaje de Hidalgo (Texas) que se prepara para la llegada de la caravana de migrantes que continúa avanzando desde Centroamérica.
A medida que el fenómeno se acerca, las amenazas del presidente Donald Trump suben de tono y sus publicaciones en redes sociales se tornan cada vez más agresivas hacia el grupo.
Hace algunos días Donald Trump no tuvo problema en decir que si algunos de los migrantes lazaban piedras contras los soldados, éstos estaban autorizados a disparar.
También habló de instalar campamentos con carpas para que quienes soliciten asilo duerman ahí hasta que obtengan una respuesta, insistió en crear leyes más duras contra los inmigrantes irregulares y aseguró que hasta 15 mil efectivos del ejército impedirán la entrada a EE.UU.
En medio de la retórica antiinmigrante del presidente Donald Trump llega su última propuesta con el fin de amedrentar a los miembros de la Caravana Migrante que se dirige a suelo de EEUU.
A las caravanas de migrantes, que transitan por México a pie, les quedan aún varias semanas para llegar a la frontera sur de EEUU, según la mayoría de las estimaciones.
La Ciudadades de Carpas
Trump quiere alojar en “ciudades de carpas” a indocumentados que soliciten asilo en la frontera ha rememorado la cárcel que creó el polémico alguacil Joe Arpaio, y que operó por más de dos décadas.
“Fue un infierno. Tener que soportar el intenso calor en el verano era algo que difícilmente se podía tolerar”, confesó a Efe Marcos Sánchez. Este mexicano en 2013 estuvo detenido en la Ciudad de las Carpas, levantada en el desierto de Arizona y clausurada el año pasado.
La controvertida cárcel fue inaugurada en 1993. Desde el comienzo fue objeto de críticas de activistas por los derechos humanos. La calificaron como un “campo de concentración” en la que los detenidos eran obligados a vestir uniformes. Este era a rayas de color blanco y negro con ropa interior de color rosada.
Esa “pesadilla”, como la califica Sánchez, ha vuelto a colación tras los recientes anuncios de Trump. Entre estos, combatir la inmigración indocumentada, que incluye el envió de hasta 15.000 soldados a la frontera sur. Tambien el levantamiento de gigantescas “ciudades de carpas” para atender las solicitudes de asilo.
Fuente: La Tercera de Chile/AFP
