Otro sobreviviente en Orlando: «Pensé, ‘soy el próximo, estoy muerto'»

Ángel Colón habló desde el hospital de Orlando donde llegaron los heridos de la masacre en el club Pulse. Sus médicos relataron también la tragedia que vivieron, "el peor y el mejor día" de sus carreras.

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Ángel Colón.

ESTADOS UNIDOS. Ángel Colón recibió tres disparos en la pierna derecha, uno en la mano y otro en el costado. Aún así sobrevivió a la masacre llevada a cabo por Omar Mateen en el club gay Pulse en la madrugada del domingo en Orlando.

Un policía le salvó la vida cuando lo agarró por un brazo y lo arrastró por el suelo hasta la fachada del local. «La policía me sacó a la calle donde había vidrio y tengo la espalda raspada, pero si no fuera por ellos, no estaría aquí», dijo Colón.

«Había cuerpos por todos lados, esta persona lo estaba disfrutando», dijo Colón, todavía impactado por lo ocurrido. Sin embargo, el joven puertorriqueño afirmó que «era muy importante» contar su historia.

«Yo no sé cómo estoy vivo». En medio de la balacera Colón pensó: «Soy el próximo, estoy muerto». El joven asegura que el atacante le disparó en dirección a la cabeza pero que la bala dio en su brazo y que se hizo el muerto. Cerca de unos cinco minutos después, el pistolero fue abatido por los oficiales.

“El piso estaba cubierto de vidrio y me dolía mucho. Había mucha sangre, la mía y la de otras personas. Todos estábamos sufriendo”, detalla, agradeciendo a todos los «héroes» que lo sacaron de allí y lo han atendido en el hospital día y noche.

El sobreviviente habló en una rueda de prensa dada desde el Orlando Health Regional Medical Center, donde aún están siendo tratados 27 heridos, seis de ellos de gravedad.

Trabajo «heroico»

“Hay seis personas en estado crítico en el hospital, están críticamente afectadas. Estamos haciendo todo lo que podemos por ellos», dijo Michael Cheatham, cirujano de trauma.

Muchas enfermeras y doctores se incorporaron esa madrugada a asistir a los pacientes, que fueron llegando a cuenta gotas desde las 03:00 am de la madrugada. Incluso el lunes se hicieron ocho operaciones y este martes otras nueve.

“Uno nunca puede estar preparado para un evento como este. Es el peor desastre que pudimos imaginar para un plan de reacción en un caso de emergencia”, agregó Cheatham.

“Uno piensa en médicos y enfermeras cuando piensa en los profesionales que salvan vidas, pero hay muchas otras personas que participaron en los operativos para salvar estas vidas”, agregó Cheatham.

La mayoría de los que no corrieron con mayor suerte murieron en el lugar del ataque, casi todos hispanos. Nueve de ellos fallecieron apenas llegaron al hospital.

Joseph Ibraim, otro cirujano de trauma, señaló que atendieron «13 procedimientos. Era paciente tras paciente. Pasábamos de una sala de operaciones a otra, una y otra vez. Los casos continuaron todo el día”.

«Este fue el peor y el mejor día de mi carrera (…) Es difícil describir lo que uno siente», dijo Chadwick Smith, otro de los tantos médicos cirujanos presentes en la emergencia del domingo.

“Hice una ronda en la mañana (de este martes) de los seis pacientes más críticos. Muchos de ellos se están recuperando. Uno o dos de esos, yo considero que están en condición crítica. Creo que la pregunta es cuánto tiempo les queda para recuperarse. Creo que van a sobrevivir».

Univisión