Redacción. En el aislado municipio de Serrinha dos Pintos, al noroeste de Brasil, una alarmante proporción de la población enfrenta los estragos del síndrome de Spoan, una enfermedad rara de origen genético que ha afectado a generaciones enteras debido a una fuerte tradición de endogamia.
Esta condición, que causa debilidad muscular progresiva, pérdida de movilidad y dificultades para hablar, ha sido identificada por la científica Silvina Santos como resultado de una mutación genética que circula en la comunidad desde hace siglos.
Según su investigación, el aislamiento geográfico, la escasa inmigración y los lazos familiares cercanos han creado un entorno ideal para la transmisión hereditaria de este síndrome.
En una localidad de apenas 5,000 habitantes, muchos de los matrimonios se han producido entre primos u otros parientes cercanos.
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Santos asegura que la mutación genética habría llegado hace más de 500 años, posiblemente con los primeros colonos europeos que se asentaron en la región, entre ellos judíos, sefardíes o pobladores del norte de África que huían de la Inquisición.
“Es difícil”
La historia de Ines, una residente de la zona que se casó con su primo segundo, refleja esta realidad.
Sus hijos, Criquinho, de 59 años, y Marquinhos, de 46, padecen trastornos graves del habla. “Es difícil tener un hijo especial. Los amamos igual, pero sufrimos por ellos”, confesó Ines en declaraciones a la BBC.
La sobrina de ambos, Larissa Queiroz, de 25 años, también descubrió que su esposo, Saulo, era pariente suyo.
“En Serrinha dos Pintos, en el fondo, todos somos primos. Somos parientes de todos”, dijo con resignación.
El caso de esta pequeña comunidad brasileña ha encendido alertas sobre los riesgos de la endogamia prolongada, una práctica que, aunque ancestral en algunas regiones, puede tener consecuencias devastadoras para la salud genética de futuras generaciones.