Redacción.- Tres de los principales cementerios de La Ceiba, Atlántida, reportan que han llegado a su límite, porque ya no cuentan con espacios disponibles para que dolientes sepulten a sus familiares.
Los cementerios del barrio Mejía, barrio Inglés y el municipal San Isidro, son los que tienen esa problemática, desde meses atrás los pobladores han denunciado ante la municipalidad de La Ceiba, pero aseguran que hasta ahora no han brindado una solución.
En el caso del cementerio San Isidro, sus encargados denunciaron nuevamente las deterioradas condiciones en la que se encuentra.
Y es que el panteón no cuenta con una oficina administrativa, gran parte de sus tumbas se encuentran abiertas y la abundante maleza ha contribuido al criadero de zancudos.
«Lo del tema de la oficina se ha venido trabajando ya tiempo en esta situación. Realmente si se necesita, básicamente para dar lo que es la atención al doliente. Da pena cuando hay sepelios aquí y no podemos ofrecerles un baño. Espacios tampoco hay, se ha venido manifestando incluso a la población que desde la pandemia están en su totalidad en los tres cementerios», manifestó uno de los encargados del lugar.
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En el olvido
Osman Suazo, encargado del cementerio municipal, se pronunció acusando a las autoridades municipales, por el abandono a las necesidades de la población.
«Esto se da cuando la desidia se ha apoderado de las autoridades de este municipio. Aquí es más fácil gastar 12 millones en fiestas de carnaval, que invertir 6 millones para el cementerio que está pidiendo la clase más pobre de este municipio», expresó.
Explicó que desde dos años se les prometió buscar un nuevo terreno, mismo que anunciaron ya se habría encontrado. Sin embargo, hasta ahora no se han realizado las acciones necesarias para empezar a darle uso.
Y es que asegura que ante la falta de espacios, la población decide ir a enterrar a sus familiares a municipios cercanos. Asimismo, a cementerios de las comunidades garífunas.
«Este es un llamado a la corporación municipal de La Ceiba, pero también al gobernador departamental (Cesar Agurcia). Él debe ver si realmente los corporativos, los regidores y el alcalde están cumpliendo las funciones por las cuales resultaron electos», concluyó.
