Redacción. El papa Francisco cosechó amor y humildad desde que fue escogido como máximo líder de la Iglesia católica en 2013. Con estos mismos sentimientos, el sumo pontífice finalmente dijo adiós el sábado 26 de abril, un día que pasará a la historia.
Más de 250,000 personas se dieron cita en la Ciudad del Vaticano para darle el adiós al santo padre, una ceremonia que estuvo cargada de nostalgia y que concluyó después de que el féretro ingresó a la basílica de Santa María la Mayor, donde el entierro se realizó de forma privada.
En todo esto hubo un detalle que ha llamado mucho la atención: el papa Francisco vistió sus icónicos zapatos negros al momento de su sepultura.
Dentro de los gestos que diferenciaron su personalidad, el papa optó por escoger este tipo de calzado y no los zapatos rojos que hacen parte del atuendo papal tradicional.
¿Cuál es la explicación?
Aunque parezca un detalle menor, esto también ayudó a marcar su estilo propio, mismo que lo acompañó hasta el último momento de su vida y en medio de su entierro. Uno de sus deseos era ser sepultado con estos zapatos.
Wilmar Roldán, profesor de la facultad de Teología de la Universidad Javeriana, explicó al detalle lo que simbolizaba este calzado para el santo padre.
Francisco supo combinar muy bien los símbolos con las narraciones. Un ejemplo de ello son sus zapatos: no utiliza los tradicionales zapatos rojos de los papas, ya que, cuando hace años le sugirieron cambiarlos, decidió mantener los suyos de siempre.
Una de las razones, según indicó Rondal, es que este tipo de calzado era ortopédico debido a que el argentino tenía pie plano. “Pero más allá de esto, lo que llama la atención es que estos zapatos están desgastados”, señaló.
“Eso fue Francisco: un hombre que se desgastó, un peregrino que se desgastó por servirle a la Iglesia, dando siempre todo. Siguió las indicaciones y orientaciones del señor Jesús en el Evangelio que se vacía completamente en la cruz”, indicó.
Roldán reiteró su idea para dejar en claro el significado que tuvo este objeto durante el papado del argentino. “El papa se vacía completamente y sus zapatos son un signo de cómo se desgastó y cómo en sus últimos días también lo vimos desgastado, pero en medio del pueblo”, complemento.
“Hoy se despide estando dentro del pueblo y en la basílica del pueblo de Roma”, concluyó.
A lo largo del funeral, el sumo pontífice estuvo acompañado siempre de sus fieles seguidores.
Los llamados marginados, como les decía Francisco a las personas que de alguna manera se excluyen de la sociedad, también estuvieron presentes. Ellos tuvieron la oportunidad de ser los últimos en despedirse para siempre de un hombre que marcó la historia.