Redacción. Con un espectáculo cargado de tradición y patriotismo, Honduras dio inicio a las celebraciones de su 202 aniversario de independencia con el emblemático acto de los «cañonazos».
Este evento, organizado por las Fuerzas Armadas (FFAA), forma parte de los diversos homenajes a la patria que este 15 de septiembre se realizan para enaltecer el fervor cívico en el país.
El cerro Juana Laínez, en Tegucigalpa, fue el escenario central donde, desde las 6:00 de la mañana, se escucharon los primeros siete cañonazos que marcaron el comienzo oficial de las festividades. Las actividades continuarán y a las 12:00 del mediodía se llevarán a cabo siete cañonazos más y otros últimos siete a las 6:00 de la tarde, cumpliendo con el cronograma establecido para la ocasión.
El acto se lleva a cabo anualmente por 22 miembros de las Fuerzas Armadas, quienes disparan balas de salvación como parte de las festividades. Según explicó el coronel Omar Velásquez, las municiones utilizadas en esas salvas las elaboró el equipo de explosivos y municiones de las FFAA.
Origen de los 21 cañonazos en Honduras
Los cañonazos no sólo son un acto solemne que se practica en Honduras: son una actividad cívico-militar que le da la vuelta al mundo. Su origen se remonta del siglo XVI , entre 1500 y 1558, en Augsburgo, Alemania, cuando hubo preparativos para la recepción del emperador Carlos V.
Relatos de la época explican que por el arribo del soberado se debía ejecutar una salva de 100 cañonazos. Tras la prolongación de los estruendos, el oficial encargado se equivocó de la cuenta y disparó 101 y se repitieron en ciudades vecinas.
Años después, por razones de tiempo y economía, la serie de cañonazos se disminuyó a 21 y se conserva hasta la actualidad. La cifra impar es en honor al cañonazo extra de aquel artillero alemán.