FARÁNDULA. El influencer japonés, Shin Fujiyama, se encuentra conociendo cada rincón del bello Santa Bárbara y ha destacado las deliciosas aguas termales que hay en el departamento.
En su más reciente video en YouTube, el altruista extranjero ha confesado estar fascinado de las aguas termales de Santa Bárbara.
Fujiyama estuvo acompañado de varios amigos, así como de guías que lo llevaron a las más bonitas pozas y cavernas. «Las aguas termales más exóticas de Honduras. En medio de la naturaleza y vida silvestre, me meto en varias pozas, cascadas, cavernas, y nacimientos de agua caliente», escribió en su cuenta de Instagram.
Como de costumbre, el japonés alimentó de información a sus seguidores sobre las bellezas naturales del departamento noroccidental. «Hay pozas con agua helada, pozas de 5 metros de profundidad y hasta pozas tan calientes que podrías hervir huevos», contó Shin.
«En cada poza (hay más de 13), los guías nos preparan comida, bebidas, tiendas de camping, frutas, y más», agregó.
El youtuber, además, cumplió varios retos atrevidos dentro de las pozas de agua termales y disfrutó junto a sus amigos de la mejor astronomía en el lugar.
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Shin baila con abuelitas con baldes de agua en la cabeza
Hace dos semanas, Fujiyama volvió a causar sensación en redes sociales luego de que se pusiera a bailar, con baldes de agua en su cabeza, junto a unas señoras en San Marcos, Santa Bárbara.
«Abuelas de San Marcos, Santa Bárbara, me enseñan cómo bailar con balde de agua en la cabeza», escribió el youtuber que radica en Honduras.
En el video, Shin dice: «Realmente las abuelas se están poniendo la cubeta llena de agua en la cabeza, vamos a intentar».
El influencer procedió a bailar con un balde lleno de agua, pero no pudo hacerlo sin dejar de sostener la cubeta. Admirado por cómo las abuelitas sí bailaban sin problema alguno con la cubeta llena de agua, el extranjero dijo: «es difícil», mientras miraba con asombro a las señoras moverse de lado a lado.
«El baile de la cubeta», es el nombre con el que los pobladores han bautizado a la actividad, que se ha convertido en una tradición en el municipio. Las señoras pueden bailar por horas con el pesado balde sobre su cabeza, sin que eso les impida moverse al ritmo del merengue.
