«No es necesario; podemos colaborar, podemos trabajar juntos, pero ustedes en su territorio, y nosotros en el nuestro. Podemos compartir información, pero nunca aceptaremos la presencia del Ejército de EE. UU. en nuestro territorio», agregó la mandataria.

Sheinbaum ha adoptado previamente una postura firme sobre lo que considera interferencia extranjera en asuntos mexicanos. También ha abogado por mantener «la cabeza fría» en las negociaciones con Washington. Todo en medio de tensiones sobre inmigración, narcotráfico y aranceles estadounidenses sobre productos mexicanos.