Redacción. Despertarse temprano, antes de las 7 de la mañana, no sólo mejora el desempeño diario, sino que también tiene un impacto positivo en la salud mental, el bienestar emocional y la energía general. Así lo confirman múltiples estudios científicos de alto nivel.
Una investigación publicada en JAMA Psychiatry, analizada por Harvard Health Publishing, evaluó datos genéticos de más de 840,000 personas y encontró que quienes se despiertan una hora antes tienen un 23 % menos de riesgo de sufrir depresión, independientemente del número total de horas que duermen.
Otro estudio del University College London, con cerca de 50,000 adultos, reveló que quienes inician su día entre las 6 y 8 AM reportan mayor felicidad, motivación y energía, especialmente durante esas primeras horas.

Estos hallazgos se suman a investigaciones de la American Psychological Association, que relacionan los hábitos matutinos con una mayor estabilidad emocional, menos ansiedad y una actitud más positiva frente al día.
El rol del cronotipo y el “jet lag social”
Cada persona tiene un cronotipo que marca su predisposición natural a estar más alerta en ciertas horas del día. Los llamados “alondras”, o personas matutinas, tienden a mostrar mejor salud emocional que los “búhos”, que prefieren la noche.
Además, vivir con un horario que no coincide con el reloj biológico —el llamado “jet lag social”— puede aumentar el estrés, la ansiedad y la depresión. Por eso, ajustar gradualmente la rutina para levantarse antes de las 7 puede tener efectos positivos duraderos.
Madrugar promueve hábitos más saludables
Quienes madrugan tienden a mantener rutinas de sueño consistentes y a adoptar hábitos como:
- Realizar ejercicio matutino
- Exponerse a la luz solar
- Planificar mejor su alimentación
- Dormir mejor y con más calidad

Estas prácticas favorecen la salud cardiometabólica, emocional y cognitiva, según el National Institute on Aging.
Dormir bien —y no solo madrugar por madrugar— es esencial. Un buen descanso nocturno potencia la producción de serotonina y cortisol, dos hormonas que mejoran el estado de ánimo, la claridad mental y la energía.