Redacción. El Senado de Estados Unidos aprobó este martes una importante reducción en el impuesto aplicado a las remesas enviadas desde ese país, rebajando la tasa del 3.5 % al 1 % dentro del megaproyecto de ley de presupuestos.
Esta medida busca aliviar la carga fiscal para los migrantes que envían dinero a sus familias en América Latina y el Caribe.

El texto, conocido como la «ley grande y hermosa» por el presidente Donald Trump, debe ser ahora ratificado por la Cámara de Representantes, que en mayo había establecido inicialmente un gravamen del 3.5 %.
La reducción aprobada en el Senado se impuso por un estrecho margen y, de ser aprobada, entraría en vigor para transferencias realizadas a partir del 31 de diciembre de 2025.
El impuesto al 1 % se aplicará únicamente a las transferencias en efectivo y otros instrumentos similares, como cheques de caja.
De acuerdo con EE. UU., no se cobrará cuando el dinero provenga de cuentas bancarias estadounidenses o se realice mediante tarjetas de crédito o débito emitidas en el país. La responsabilidad de pagar el impuesto recaerá sobre el titular de la transferencia.
En respuesta a esta medida, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno lanzará un programa especial para reembolsar ese 1 % a los migrantes que envíen dinero en efectivo, buscando mitigar el impacto sobre las familias receptoras.
Cambio legislativo
Este cambio legislativo se produce en un contexto en que las remesas hacia América Latina y el Caribe alcanzaron un récord histórico en 2024, con un total de 161,000 millones de dólares, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
México, principal receptor, recibió cerca de 65,000 millones de dólares en remesas.
Los estados de Chiapas y Guerrero son los más dependientes, con remesas que representan alrededor del 15.9% y 13.8% de su PIB, respectivamente.
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Además, otros países como Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití y Jamaica también dependen en gran medida de las remesas, que en algunos casos superan el 15% del PIB, según datos del Banco Mundial.

La aprobación final de esta reducción fiscal dependerá del visto bueno de la Cámara de Representantes. Mientras tanto, el presidente Trump se ha fijado el 4 de julio, Día de la Independencia, como fecha límite simbólica para promulgar la ley.