REDACCIÓN. En diversas partes del mundo, la violencia extrema ha dejado cicatrices profundas en comunidades enteras. Sectores como Kensington en Filadelfia (EE. UU.), Petare en Caracas (Venezuela) y Chamelecón en San Pedro Sula (Honduras) se han destacado por su alto nivel de criminalidad. Pero, también por las alarmantes tasas de homicidios que afectan a sus habitantes.
Estos lugares, a pesar de sus contextos diferentes, comparten la característica de ser considerados entre los más peligrosos del planeta, y las estadísticas de homicidios son una muestra clara de esta realidad.
Kensington, Filadelfia, EEUU,
Kensington es un barrio de la ciudad de Filadelfia, perteneciente al Estado de Pensilvania. Comenzó a tener cada vez más relevancia recientemente, cuando los creadores de contenido se acercaron a la “zona roja” para grabar sus videos y exponer la crisis del fentanilo en las redes sociales.
Alrededor de 500.000 personas perdieron la vida por sobredosis relacionadas con opioides en los últimos veinte años, según informan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU. Las calles está llena de adictos e incluso son llamados «zombies». La zona es controlada por vendedores de droga.
La droga es tan adictiva y peligrosa que Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, la calificó el año pasado de “amenaza emergente”.
Petare (Caracas, Venezuela)
Según datos de la organización no gubernamental Venezuela Violence Observatory (Observatorio Venezolano de Violencia), en 2021, Venezuela registró una tasa de homicidios de aproximadamente 60 muertes violentas por cada 100,000 habitantes, una de las más altas del mundo. Si bien el país ha experimentado una disminución en los homicidios en años recientes debido a diversas políticas de seguridad, Petare sigue siendo uno de los puntos críticos. En este lugar, las bandas criminales tienen su propio gobierno. Los secuestros express se han normalizado.
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Chamelecón (San Pedro Sula, Honduras)
San Pedro Sula, en Honduras, ha sido durante varios años la ciudad con una de las tasas más altas de homicidios en el mundo. Específicamente, sectores como Chamelecón se destacan entre los más peligrosos. Según el Informe de Seguridad Ciudadana 2021 de la ONU, Honduras tenía una tasa de homicidios de alrededor de 69 muertes por cada 100,000 habitantes. Esto coloca el país entre los más violentos de América Latina. En San Pedro Sula, la tasa de homicidios supera ampliamente la media nacional. En Chamelecón, un sector de la periferia de la ciudad, se lleva una gran parte de estos crímenes.
Para el 2023, San Pedro Sula registró más de 300 homicidios. Se estima que una parte significativa de ellos ocurrieron en Chamelecón. Esta zona se considera controlada por pandillas como la MS-13 y el Barrio 18, que perpetúan la violencia mediante el narcotráfico, extorsiones y enfrentamientos armados.