Redacción. Para tener una piel facial más suave y luminosa, es importante adoptar una rutina de cuidado adecuada y realizar algunos ajustes en tu estilo de vida. Uno de los aspectos que debes tener en cuenta es la limpieza.
La higiene en el rostro proporcionará una piel sin poros obstruidos, fundamental para que los productos y tratamientos que se lleven a cabo cumplan a la perfección su cometido. Uno de nuestros consejos más efectivos es utilizar un jabón seborregulador antes de comenzar con las rutinas de limpieza matutinas.
Hidratación
Mantener tu piel bien hidratada es esencial para lograr un rostro radiante. Utiliza una crema hidratante que se adapte a tu tipo de piel (seca, mixta, grasa).
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¿Sabías que con solo un poco de deshidratación tu cuerpo deja de funcionar de manera óptima? Cuando estás deshidratada tu piel empieza a degenerarse, lo que hace que se vea seca y sin brillo. Por eso, debe de tomar mucha agua durante el día, pero además, utilizar cremas hidratantes y realizarse tratamientos específicos para hidratar la dermis y darle una apariencia más elástica, con menos arrugas.
Antioxidantes
Los alimentos antioxidantes son la defensa más potente que el cuerpo tiene para combatir enfermedades, el envejecimiento prematuro y la inflamación. ¿Qué esperas? ¡Lánzate por ellos! Algunos ejemplos son: el cacao, acaí, zanahorias, cerelaes, algunos pescados, las espinacas, frutos secos, uvas moradas, té verde, té blanco…
Los radicales libres se acumulan en nuestros cuerpos y son el común denominador de muchas enfermedades, ya que dañan la estructura de nuestras células. Hay miles y miles de antioxidantes y fitoquímicos (que es lo que le da el color a las frutas y a las verduras) que ayudan a neutralizarlos. No obstante, no debes olvidar que es importante llevar a cabo una dieta variada y equilibrada que te aporte todos los nutrientes para cuidar tu cuerpo por dentro y por fuera.
Exposición solar
Sí, nos encanta el bronceado en la piel, pero la excesiva exposición solar acelera su envejecimiento. Si bien es cierto que pequeñas cantidades de sol hacen que tu cuerpo produzca vitamina D (muy importante), la realidad es que demasiado sol daña tu piel.
Por lo tanto, nuestra recomendación es estar 15 minutos al sol máximo. Si no puede evitar la exposición, entonces recomendamos llevar unas buenas gafas de sol para no intensificar la zona de las ojeras y el uso de crema solar de un factor elevado.
Alcohol
Obviamente, como en todo nuestro cuerpo, nuestra alimentación se refleja en la piel. El alcohol te deshidrata, te inflama, destruye el colágeno y además es muy perjudicial para tu hígado. ¿Qué pasa si tu hígado no funciona con normalidad? Además de que puedes experimentar diversas patologías en tu vida, la piel será un fiel reflejo de ello.
Por otro lado, fumar también tiene efectos negativos en la dermis, ya que reseca y envejece tu piel. Además, reduce la circulación de la sangre en la cara (por lo que habrá menos oxígeno) e incrementa la toxicidad (lo que genera granos, rojeces e inflamaciones).
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