Redacción. La Secretaría de Seguridad presentó este lunes un informe preliminar en el que insistió sobre la reducción de los índices de violencia en el país durante el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 24 de agosto de 2025.
Algunos de los departamentos con mayores avances en la reducción de homicidios incluyen Santa Bárbara (-33.7%), Islas de la Bahía (-69.0%), Lempira (-28.9%), Olancho (-17.8%) y Cortés (-15.1%), regiones históricamente afectadas por altos índices de violencia.
En cuanto al perfil de las víctimas, el 89.3% son hombres, con una prevalencia en el grupo etario de 20 a 34 años. En términos de la modalidad de los homicidios, el 72.9% fueron cometidos con armas de fuego, especialmente en la vía pública. Además, los fines de semana siguen siendo los días con mayor incidencia de hechos violentos.
De igual interés: Director del Cohep sobre declaraciones de reducción de violencia: «vamos bien, pero jod!#@$»
Muertes en accidentes viales
En cuanto a la siniestralidad vial, se registraron 1,206 muertes por accidentes de tránsito en lo que va de 2025, lo que implica una disminución de 27 víctimas en comparación con 2024 (reducción del 2.2%). Los conductores son el grupo más afectado, con el 54.4% de las víctimas, seguido por peatones y pasajeros.
El grupo de jóvenes de 15 a 29 años sigue siendo el más vulnerable en estos accidentes, lo que sugiere que las políticas de educación vial y prevención deben centrarse especialmente en este segmento de la población.
Disminución en femicidios
En cuanto a las muertes violentas de mujeres, el informe de la Secretaría de Seguridad también señala una ligera disminución. Se han registrado 157 homicidios de mujeres en el periodo de enero a agosto de 2025, lo que representa una caída del 3.1% respecto al año anterior. La mayoría de los crímenes ocurrieron en áreas urbanas (56.7%) y en la vía pública (64.3%), siendo el uso de armas de fuego el mecanismo más común, en el 70.1% de los casos.
El rango de edad de las víctimas oscila entre los 15 y los 29 años. Los motivos de los crímenes están principalmente relacionados con conflictos de pareja, situaciones personales, y hechos vinculados con pandillas y organizaciones criminales. Este patrón resalta las complejas dinámicas que influyen en la violencia.
Los datos presentados por las autoridades contrastan con los señalamientos de la ciudadanía que asegura que la realidad en las calles es diferente. Pese a los números, las denuncias constantes sobre la violencia en distintas zonas del país refleja un panorama más sombrío, con muertes violentas registrándose a diario en distintos sectores del país.
Los ciudadanos han manifestado su creciente zozobra ante la ola de criminalidad, que no parece disminuir a pesar de las estadísticas oficiales. Los ciudadanos, quienes a menudo se sienten impotentes ante la falta de una respuesta efectiva, temen por su seguridad en el día a día.

Esta disparidad entre los datos oficiales y las experiencias vividas por la población evidencia una realidad compleja. Aunque los números puedan sugerir un avance, la violencia sigue siendo un desafío persistente. Este problema continúa afectando la vida cotidiana de muchos hondureños.