San Pedro Sula. Hace 13 días, la Policía Municipal de San Pedro Sula despidió a Andrea Gutiérrez. Según la carta de despido, la institución fundamentó la decisión en su participación en el pódcast “Se Nos Ocurre” mientras vestía el uniforme institucional. No obstante, la exagente asegura que las autoridades la separaron del cargo como parte de una “persecución laboral”, originada por las reiteradas denuncias que presentó sobre presuntas irregularidades y condiciones laborales.
En el documento entregado a Gutiérrez, las autoridades municipales indican que ella incurrió en una falta grave, ya que el reglamento limita el uso del uniforme exclusivamente a funciones institucionales y prohíbe emplearlo en actividades ajenas, en especial en medios de comunicación, sin la debida autorización.
Además, las autoridades le atribuyen haber compartido información vinculada a sus funciones dentro de la comuna sampedrana.
La Municipalidad respalda la destitución en disposiciones del Código de Trabajo y del Reglamento Interno, que establecen sanciones por el incumplimiento de obligaciones laborales y el uso indebido de símbolos institucionales.
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“Persecución laboral”
Sin embargo, en entrevista con Diario Tiempo, Gutiérrez afirmó que el despido no guarda relación con el pódcast, sino con una serie de denuncias que presentó meses atrás.
“Esto es persecución laboral, ya que yo ya había denunciado varios atropellos a los derechos y condiciones en las que los policías municipales se encuentran, como ser pago de horas extras, falta de servicio sanitario en algunos lugares en los cuales se presta servicios hasta 16 horas y el policía municipal no goza de ello”, aseveró.
Según la exagente, tras esas denuncias las autoridades iniciaron represalias en su contra y mantuvieron actos reiterados de discriminación.

Recordó que el 6 de marzo de este año inició un proceso formal de denuncia luego de sufrir una infección urinaria, situación que asegura se originó mientras cumplía extensos turnos sin acceso a servicios sanitarios.
Tras recibir atención en el Instituto Hondureño de Seguridad Social, acudió al Ministerio de Trabajo, donde interpuso una denuncia para que la Inspectoría realizara las indagaciones correspondientes.
“Cuando yo hago ese proceso es que empieza mi hostigamiento laboral en todos los sentidos. A partir de ahí vienen esas asignaciones abusivas”, aseveró.
Cambio de lugar
Posteriormente, relató que fue asignada al Estadio Olímpico, lugar que le quedaba más largo de su vivienda.
Inicialmente, debía presentarse al plantel de la Policía Municipal para marcar asistencia y luego era trasladada a su lugar de trabajo; sin embargo, asegura que esa dinámica cambió de forma arbitraria.
“Vinieron ellos y me quitaron mi marcaje biométrico abusivamente y lo pasaron al Estadio Olímpico, obligándome a que yo como empleada me fuera por mis medios, a ese lugar que me queda largo, porque vengo de la Fesitranh. Si ellos se tardan 40 minutos en desplazarme a mí hasta el Estadio Olímpico, son 40 minutos de tiempo no laborado que va a aparecer en mi reloj. Entonces, la intención se notaba por la mala intención de parte de ellos”, recalcó.
Ante esta situación, Gutiérrez volvió a acudir al Ministerio de Trabajo para que estas acciones quedaran incorporadas a su expediente.
Aseguró que la institución está plenamente informada sobre su caso.
Invitación al programa
En relación con su participación en el pódcast “Se Nos Ocurre”, Gutiérrez indicó que la invitación fue de carácter verbal y que, previo al programa, informó al gerente de Presemu, Carlos Andrés Padilla, sobre dicha invitación y le consultó si existía algún inconveniente en asistir uniformada.
Según relató, Padilla únicamente le respondió que la vería el jueves, ya que tenían una reunión programada.
Durante ese encuentro, en el que también estuvo presente Pedro Martínez, director de la Policía Municipal, volvió a consultar si podía asistir al programa con el uniforme.
Aseguró, que Martínez, le manifestó que estaba bien que asistiera a dicho programa.

“Me molesta la actitud, porque si él me hubiese dicho a mí en ese momento, fíjese Andrea que no. Yo no hubiese ido uniformada, pero me molesta porque ellos saben que dentro de lo que va, yo consulté», destacó.
Asimismo, reconoció: “Mi error fue no haber documentado de manera escrita y haberlo hecho únicamente de forma verbal”.
Gutiérrez afirmó que en ningún momento reveló información institucional y señaló que existen antecedentes de otros agentes que participaron en programas o en contenido para redes sociales vistiendo el uniforme, sin recibir sanciones.
“Otras compañeras han bailado uniformadas en TikTok y no han tenido ningún tipo de represaría”, acotó.
Aclaró que su horario laboral era de 6:00 a. m. a 2:00 p. m. y que el pódcast se transmitió a las 7:00 p. m., por lo que asegura no abandonó sus funciones.
“La citaron con engaños”
Aunque el programa se grabó el 13 de noviembre, las autoridades ejecutaron el despido hasta el 2 de diciembre de este año.
Ese martes, Gutiérrez descansaba de manera compensatoria, luego de laborar en jornada extendida el 30 de noviembre.
“Ese día mi jefe me llamó y me dijo: ‘Andrea, mire, que están saliendo las urnas. ¿Será que puede venir a trabajar?’”, recordó.
Al llegar, personal de Recursos Humanos le entregó un documento para que lo firmara, pero ella se negó y solicitó únicamente su carta de despido.
“No firmé nada. Solo me dijeron que estaba despedida. No me dieron prestaciones, únicamente los derechos adquiridos, pese a que trabajé casi 10 años en la institución”, denunció.
Ante esta situación, Gutiérrez presentó una denuncia ante el Ministerio de Trabajo y solicitó su reintegro.
Finalmente, indicó que esta semana tiene una cita para conocer el avance del proceso.
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