San Pedro Sula, Honduras. Dos días después del colapso de un muro perimetral en la 4 calle, entre 1 y 2 avenida del barrio El Centro, la escena continúa igual: cables tirados en el suelo, otros colgando peligrosamente, y vendedores atrapados entre el caos y la indiferencia.
La madrugada del miércoles, la caída del muro arrastró cinco postes del tendido eléctrico, dañó otros cercanos y reventó el cableado de la zona. Desde entonces están a la espera que les resuelvan y los comerciantes aseguran que trabajan o intentan trabajar en medio de un riesgo latente.
Uno de los vendedores señaló que hay compañeros que no han podido abrir porque los cables quedaron justo donde ponen los puestos. Varios comerciantes ya llevan tres días sin ingresos, tres días sin vender lo que les da de comer.

Los peatones también muestran molestia, pues los cables sobre la acera obstaculizan totalmente el paso y representan un peligro evidente. “Cualquiera se puede enredar y caer”, advirtieron.
Los comerciantes denuncian que, pese a la gravedad del incidente, no han tenido una respuesta rápida. Y recalcaron que, «no podemos mover los cables; esto debe hacerlo personal calificado».
“Solo pedimos que lleguen, retiren los cables y garanticen seguridad. No puede ser que el Centro esté así y que nadie haga nada”, cerraron los vendedores, visiblemente frustrados.
Consecuencias
No solo los vendedores ambulantes están pagando las consecuencias. También los comercios establecidos en la zona reportan pérdidas, pues los cables caídos quedaron justo frente a sus locales, bloqueando la entrada e intimidando a los clientes.
Aunque el colapso del muro no dejó víctimas, el incidente sí provocó daños materiales y un caos que, según los afectados, pudo evitarse con supervisión adecuada y acciones rápidas de las autoridades.

