Redacción. La tranquilidad de la colonia Trejo volvió a ser interrumpida el pasado 21 de junio tras un violento asalto a una vivienda, cuando varios sujetos armados irrumpieron y retuvieron a dos empleadas domésticas, a quienes amarraron mientras saqueaban el lugar. Se llevaron joyas, electrodomésticos y otros objetos de valor.
Tras los hechos, un periodista de UNE TV llegó a cubrir la noticia. Mientras narraba detalles del asalto, comentó que de la nada aparecieron varios vehículos en la zona, en los cuales se trasladaban hombres que intentaron amedrentarlo.
Según su testimonio, una patrulla de la Policía Nacional se presentó en la zona, pero se retiró sin intervenir, pese a que minutos antes se había dado el asalto en la vivienda. Desde entonces, el temor se ha extendido entre los residentes.
Con más de 1,000 viviendas, la colonia Trejo es una de las zonas residenciales más grandes y reconocidas de San Pedro Sula.

Los habitantes aseguran que la presencia policial es casi nula, lo que deja sus viviendas vulnerables ante una ola de robos que, según sospechan, estaría siendo ejecutada por bandas organizadas con información interna.
Este domingo trascendió un video que muestra una camioneta sin placas merodeando por los barrios y colonias Trejo, Dubón, Río de Piedras y otras.
Aunque no se ha confirmado la ubicación exacta donde se captó el video, los habitantes temen que el vehículo esté relacionado con los robos.
CALLES DESIERTAS
Un equipo de Tiempo Digital recorrió la colonia Trejo. Las calles lucían mayormente desiertas, con pocos transeúntes y presencia limitada de guardias de seguridad privada. Algunos empleados domésticos limpiaban aceras, y quienes caminaban por la zona mostraban cautela cuando avistaban vehículos desconocidos transitar por esa colonia.

Vecinos señalaron que la mayoría de propietarios trabajan fuera de casa durante el día, dejando las viviendas vulnerables.
En el recorrido no se observaron patrullajes policiales, confirmando así la principal queja de los residentes: Ninguna presencia de patrullas policiales realizando rondas de rutina, algo que los vecinos consideran fundamental para mejorar la seguridad en el sector.
INCIDENCIA EN OTRAS ZONAS
La situación se repite en sectores como Villa Florencia. En esa colonia recientemente las cámaras de seguridad captaron a jóvenes intentando ingresar a varias casas. Vecinos afirman que los asaltos han aumentado desde hace unos meses y que no han visto presencia policial.
Esta ola delincuencial mantiene preocupados a los habitantes, quienes añadieron, que “aquí, (Villa Florencia) no viene la policía, estamos en el abandono”.

Los residentes aseguran que en las últimas semanas han notado que sujetos desconocidos y un vehículo merodean por la zona.
Por otro lado, vecinos de otras colonias como Andalucía y La Modelo, también han reportado asaltos.
“Hay varios hombres que se meten a las casas a robar constantemente y todos son del bordo que está por la zona. Se ha reportado a la policía sin éxito”, dijo una vecina.

AUTORIDADES INSTAN A DENUNCIAR
El comisionado de Policía Nacional, Rolando Ponce Canales, jefe regional N°2 del Valle de Sula, aseguró que las denuncias formales por robos en viviendas que reciben son pocas, por lo que insta a la población a realizar las denuncias correspondientes para actuar de forma inmediata.
Mencionó que los afectados pueden interponer sus denuncias ante la Policía Nacional o a través del Sistema Nacional de Emergencia 911.
Este oficial le explicó a TIEMPO que si no hay una denuncia, será mucho más difícil para ellos poder dar con el paradero de los sospechosos.
Recordó a la ciudadanía que para que la Policía pueda actuar, es indispensable que exista una denuncia formal. “Podemos actuar de oficio en ciertos casos, pero todo proceso legal comienza con una denuncia. Si no hay una denuncia, es muy difícil que podamos iniciar una investigación”, puntualizó el comisionado.

Ponce Canales explicó que generalmente los delincuentes seleccionan casas que están vacías o solas durante el día.
“Pero para que alguien llegue a una vivienda específica, tiene que tener información previa”, explicó. Ante esto alertó a los hondureños a tener precaución con las personas que contratan o dejan entrar a sus casas.
“Es importante investigar bien el historial y comportamiento de empleados y vigilantes, porque en muchos casos es desde dentro que se filtra información sensible”, advirtió el comisionado policial.
Al ser cuestionado por los asaltos en la colonia Trejo, con un tono fuerte, sentenció que las denuncias que hacen en redes sobre estas incidencias delictivas “es una difamación, como queriendo ver la inoperancia de la fuerza legal del Estado, en este caso la Policía”.
MÁS DE 800 ROBOS COMUNES AL MES
Fermín Rodríguez, del Centro de Convivencia Comunitaria de San Pedro Sula, dio a conocer que se registran mensualmente más de 800 casos de robo común en la ciudad, entre los que se incluyen asaltos a viviendas, peatones, unidades de transporte y robos de celulares.
Según los datos manejados por el observatorio del Centro, los distritos cinco y once son los sectores con mayor número de denuncias por asaltos a mano armada.
Cabe señalar que en el distrito cinco se contabilizan 37 barrios y colonias, entre las que están los barrios y colonias: Trejo, Altamira, Altiplano, El Benque, El Centro, La Guardia, Paz Barahona, Rio de Piedras, entre otros.

Varias de estas colonias, a pesar de ser zonas residenciales con vigilancia privada, han sido escenario de asaltos en los últimos años, especialmente en zonas más solitarios.
Rodríguez explicó que muchas víctimas no presentan denuncias, lo que impide contabilizar adecuadamente los delitos y limita las acciones de prevención.
Finalmente, destacó que el tipo de robo más común sigue siendo el asalto a mano armada, especialmente en zonas solitarias donde hay poca vigilancia.
SITUACIÓN EMPEORA
El abogado y analista en seguridad, Leonardo Pineda, advierte que la situación de inseguridad en Honduras, incluyendo robos a viviendas y asaltos a mano armada, se mantiene igual o incluso ha empeorado en los últimos años.
Según el especialista en temas de seguridad, estas manifestaciones de violencia tienen causas estructurales profundas como la pobreza, el desempleo y la falta de acceso a la educación y la salud, especialmente entre los jóvenes.
Esta carencia de oportunidades, sumada a la desesperación y a la ausencia de valores bien establecidos en algunos sectores, empuja a muchas personas a involucrarse en actividades delictivas.
En cuanto al papel de la Policía Nacional, el especialista explicó que Honduras no cumple con el estándar internacional recomendado de tres policías por cada mil habitantes.
Actualmente, el país apenas alcanza los dos por cada mil, e incluso en sectores populosos como Chamelecón o Rivera Hernández, la tasa desciende a un agente por cada mil personas.
Esta carencia de personal hace imposible una cobertura efectiva en todo el territorio.
Desconfianza
A esta limitación se suma la desconfianza ciudadana hacia la institución. Muchas personas optan por no interponer denuncias, aunque hayan sido víctimas directas o sepan dónde se cometen delitos en sus comunidades.
El temor a que los agentes estén infiltrados o coludidos con el crimen organizado alimenta el silencio.
En su lugar, las personas refuerzan su seguridad por cuenta propia, instalando cámaras o cercas en sus viviendas.
Pineda explicó que la Policía Nacional prioriza los llamados “lugares de calor”, es decir, las zonas donde se reporta mayor incidencia delictiva, pero esa estrategia es insuficiente debido a la falta de personal y al crecimiento de otros delitos que también deben atenderse.
Si bien reconoció que los homicidios han disminuido ligeramente, otros delitos como los robos, asaltos y extorsiones no muestran señales de reducción.
“Honduras necesita al menos 10,000 policías más para alcanzar la media internacional. Y además de eso, recuperar la confianza de la población”, concluyó.

Mientras la Policía exige denuncias y la ciudadanía teme hablar, los robos continúan en silencio. En colonias como la Trejo, donde antes reinaba la tranquilidad, hoy los vecinos se encierran por temor a los atracos.
Ante este panorama queda flotando la pregunta qué hacer para combatir los asaltos de viviendas y la delincuencia común, la que asalta en las calles y avenidas y el miedo a denunciar por la falta de confianza en las autoridades.
Está claro que la policía sola no puede contra este flagelo, por más operativos cosméticos que haga. Se necesita algo más y esa es la tarea que tienen nuestras autoridades junto a la ciudadanía.