Redacción. Nayeli, una joven hondureña de 24 años originaria de San Pedro Sula, vive actualmente en España junto a su bebé, enfrentando dificultades extremas y con la esperanza de regresar a Honduras con su familia.
La joven tomó la decisión de viajar a Europa cuando aún estaba embarazada, motivada por el consejo de una amiga que le aseguró que tendría mejores oportunidades para su hijo, acceso a trabajo y beneficios. Para poder costear su viaje, Nayeli vendió todas sus pertenencias en Honduras y emprendió el viaje con la ilusión de un futuro más seguro.

Sin embargo, al llegar a España, la situación se complicó. La amistad que la motivó a ir se deterioró y la joven se quedó prácticamente sola, sin apoyo.
Actualmente, alguien le ha brindado un pequeño lugar para dormir y un plato de comida, mientras que la leche y los pañales de su bebé dependen de donaciones y apoyo de centros de salud locales.
La falta de respaldo también se refleja en que el padre del niño no asumió ninguna responsabilidad económica ni emocional.
Nayeli relata cómo la decisión de emigrar surgió de un momento de desesperación y la esperanza de asegurar un mejor futuro para su hijo, pero que enfrentó retos que no había anticipado.
“Vendí todo y vine embarazada porque pensaba que aquí tendría trabajo y estabilidad, pero las cosas se complicaron. Ahora lucho sola por mi bebé”, expresó para HCH.
Dificultades de la joven madre
La joven también enfrenta dificultades emocionales, lidiando con la soledad y la responsabilidad de cuidar a su hijo recién nacido sin apoyo cercano.
Su familia en Honduras ha manifestado disposición para ayudarla en caso de que pueda regresar, y Nayeli sueña con reunir los recursos para volver y ofrecerle a su bebé un entorno más seguro y estable.

Actualmente, Nayeli recibe apoyo puntual de personas solidarias que le proporcionan alimentos, ropa y artículos básicos para su hijo.
La historia de esta madre refleja los sacrificios y desafíos que enfrentan muchas mujeres migrantes jóvenes que viajan con sus hijos en busca de oportunidades, y pone en evidencia la vulnerabilidad de quienes carecen de redes de apoyo al emigrar.