Redacción. El aumento en la ingesta de comidas ricas en grasas, azúcares y alcohol suele ser una constante durante el periodo navideño.
Especialistas advirtieron que la sobrecarga de grasas y alcohol incrementa el riesgo de hígado graso en Navidad, un trastorno que afecta cada vez a más personas en América Latina y el mundo.
Mantener el bienestar hepático durante las celebraciones requiere atención a la dieta, el control de porciones y la adopción de hábitos activos, según coincidieron expertos en salud hepática.
¿Por qué el hígado graso aumenta en Navidad?
El hígado graso se caracteriza por la acumulación de lípidos en las células hepáticas. La Sociedad Española de Hepatología estima que al menos uno de cada cuatro adultos en países occidentales presenta algún grado de este trastorno, que puede agravarse frente a excesos alimenticios típicos de la temporada.
La combinación de comidas copiosas, bebidas alcohólicas y postres favorece un ambiente propicio para el desarrollo de la enfermedad, sobre todo en personas con antecedentes de obesidad, diabetes o sedentarismo.

Alimentos y bebidas que ayudan a proteger el hígado
Para minimizar el impacto de las celebraciones sobre la salud hepática, especialistas recomendaron una estrategia basada en la selección de alimentos y bebidas que favorecen la función depurativa del órgano. Entre los consejos más destacados figuran:
- Controlar las porciones: servir cantidades pequeñas de preparaciones ricas en grasas o azúcares y priorizar la variedad en el plato.
- Reducir grasas y azúcares: limitar el consumo de carnes rojas, embutidos, frituras y postres industriales. Optar por proteínas magras como pollo, pavo o pescado.
- Aumentar fibra y vegetales: incluir en la mesa frutas como kiwi o frutos rojos, verduras como brócoli y acelga, y cereales integrales como avena o quinoa.
- Mantenerse hidratado: beber agua en abundancia y alternar con infusiones como té verde, boldo o diente de león, que pueden apoyar la función hepática.
- Moderar el alcohol: el alcohol se metaboliza en el hígado y puede causar toxicidad. Si se consume, hacerlo de manera moderada y acompañar siempre de alimentos para reducir su absorción.
Hábitos que marcan la diferencia para no padecer hígado graso
El abordaje del hígado graso no se limita solo a la alimentación. La importancia de mantener una rutina de actividad física y organizar las comidas para evitar ayunos prolongados o atracones. Entre los hábitos recomendados por expertos, destacan:
- Incorporar actividad física diaria, combinando ejercicios cardiovasculares como caminar o bailar con rutinas de fuerza, como flexiones o sentadillas.
- Planificar las comidas y llevar opciones saludables a reuniones, evitando depender exclusivamente de la oferta de alimentos típicos de la temporada.
- Preparar los platillos en casa para controlar ingredientes y reducir el uso de aceites, azúcares y aditivos.

