Redacción. Incorporar aceite de oliva extra virgen (AOVE) a la alimentación diaria no solo mejora el sabor de los platillos: también desencadena una serie de efectos positivos en el organismo que la ciencia ha documentado durante décadas.
Especialistas de Mayo Clinic destacan que este aceite, considerado el más saludable entre los aceites vegetales, actúa como un escudo natural contra la inflamación, el deterioro vascular y diversas enfermedades crónicas.
1. Las arterias funcionan mejor
Uno de los beneficios más inmediatos del consumo diario de AOVE recae en el sistema cardiovascular.
El cardiólogo Stephen L. Kopecky, de Mayo Clinic, explica que su procesamiento mínimo —similar al utilizado desde la antigua Roma— permite conservar compuestos antiinflamatorios que protegen el corazón.
Estos compuestos favorecen el endotelio, la delgada capa que reviste las arterias. Cuando está sano, aumenta la producción de óxido nítrico, una molécula clave para mantener los vasos sanguíneos flexibles. El resultado: mejor flujo sanguíneo, presión arterial más baja y menor riesgo de problemas cardíacos.
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2. Disminuye la inflamación
La inflamación crónica es el elemento común detrás de enfermedades como cardiopatías, Alzheimer, artritis, demencia, disfunción eréctil y fibrilación auricular.
Las investigaciones —incluido el estudio PREDIMED— confirman que el consumo habitual de AOVE ayuda a reducirla.
Kopecky subraya que esta disminución inflamatoria es una de las razones por las que quienes adoptan este aceite como fuente principal de grasa muestran menores tasas de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
3. El microbioma intestinal se fortalece
Algo que sorprendió incluso a la comunidad médica es el efecto del AOVE sobre el microbioma intestinal: la comunidad de microorganismos que influye en la digestión, la inmunidad y la salud general.
Según Mayo Clinic, el consumo regular de AOVE mejora el equilibrio de bacterias beneficiosas, lo que se traduce en un intestino más saludable y un sistema inmune más eficiente.
4. Puede apoyar la salud cerebral con el paso del tiempo
Los polifenoles y antioxidantes presentes en el AOVE ejercen un papel protector frente al estrés oxidativo, un proceso ligado al deterioro cognitivo asociado a la edad.
Las investigaciones más recientes sugieren que incluir AOVE diariamente podría ayudar a mantener la memoria y reducir el riesgo de deterioro mental en la vejez.
5. Desplaza grasas poco saludables y reduce el consumo de ultraprocesados
Uno de los mayores beneficios no proviene solo de lo que el aceite aporta, sino de lo que reemplaza.
Mayo Clinic destaca que cuando el AOVE se convierte en la principal fuente de grasa, desplaza la mantequilla, la grasa láctea y los aceites procesados de girasol o maíz. Esto conduce a una alimentación más natural y con menos ingredientes ultraprocesados, considerados hoy una de las principales causas de enfermedades crónicas.
6. Cómo obtener los mayores beneficios
Los expertos recomiendan priorizar siempre la variedad extra virgen, por ser la menos procesada y la que más compuestos antiinflamatorios conserva.
Aunque en redes sociales se volvió tendencia consumir “shots” de aceite, Kopecky advierte que la mejor forma de aprovechar sus propiedades es usarlo dentro de las comidas, no como suplemento aislado.
Puede incorporarse:
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En aderezos o ensaladas
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Mezclado con tomate, ajo, cebolla y especias
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Para asar verduras
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Para cocinar a fuego bajo, ya que su punto de humo es bajo y las altas temperaturas reducen sus beneficios
El resultado de consumir AOVE todos los días
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Las arterias funcionan mejor.
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Se reduce la inflamación sistémica.
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Mejora la salud del intestino.
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Se fortalece la protección frente al deterioro cognitivo.
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Se reducen grasas saturadas y ultraprocesados en la dieta.
El aceite de oliva extra virgen se consolida así como un elemento central de una alimentación protectora, capaz de influir de forma directa y positiva en la salud general cuando se consume diariamente y como parte habitual de los alimentos.
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