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sábado 20 diciembre 2025

Crononutrición: desayunar tarde podría aumentar el riesgo de mortalidad

Redacción. La crononutrición —la disciplina que estudia la relación entre los horarios de alimentación y los ritmos biológicos— está cobrando cada vez más relevancia en la investigación médica. Un reciente estudio longitudinal publicado en Communications Medicine aporta uno de los análisis más amplios hasta la fecha sobre cómo el momento en que desayunan los adultos mayores puede predecir cambios en su salud física y mental, e incluso su riesgo de mortalidad.

El trabajo, liderado por Hassan Dashti, especialista en nutrición y biología circadiana del Hospital General de Massachusetts y profesor asistente en Harvard, junto con Altug Didikoglu del Instituto Tecnológico de Izmir, siguió durante más de 20 años a 2.945 adultos británicos de entre 42 y 94 años. El objetivo: evaluar cómo evolucionan los horarios de las comidas a lo largo del envejecimiento y qué implicaciones tienen esos cambios para la salud.

Los investigadores hallaron un patrón claro: a medida que pasan los años, los adultos mayores tienden a retrasar tanto el desayuno como la cena y a acortar la ventana total de alimentación. Estos desplazamientos, aparentemente sutiles, pueden ser señales tempranas de alteraciones en el bienestar físico y mental.

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Desayunar tarde: un hábito con consecuencias

De acuerdo con el estudio, uno de los indicadores más relevantes para la salud en la vejez es la hora en que se consume el primer alimento del día. Desayunar tarde se asoció de manera constante con:

  • Mayor riesgo de depresión

  • Niveles más altos de fatiga

  • Peor salud bucal

  • Y un incremento en la mortalidad durante el periodo analizado.

“Los cambios en los horarios de las comidas de los adultos mayores, especialmente el horario del desayuno, podrían servir como un indicador fácil de monitorear su estado de salud general”, explicó Dashti.

También enfatizó que “comer más tarde, especialmente desayunar tarde, está vinculado tanto a problemas de salud como a un mayor riesgo de mortalidad en los adultos mayores”.

Crononutrición: desayunar antes ayuda a una vida más larga
Desayuno saludable. Foto: Infobae.

Cuando preparar el desayuno se vuelve difícil: señales que importan

El análisis también identificó factores que pueden empujar hacia horarios más tardíos:

  • Dificultades para preparar las comidas

  • Descanso nocturno de mala calidad

  • Y una predisposición genética a un cronotipo nocturno, es decir, la tendencia natural a acostarse y despertarse más tarde.

En adultos mayores, estas condiciones pueden profundizar los efectos negativos de retrasar la alimentación y servir como señales de alerta que pacientes, familiares o profesionales podrían detectar de forma sencilla.

Un contexto marcado por nuevas prácticas alimentarias

El auge del ayuno intermitente y de los regímenes con ventanas de alimentación reducidas plantea nuevos interrogantes sobre su seguridad en adultos mayores. Según los investigadores, lo que puede funcionar para personas jóvenes y sanas no necesariamente resulta adecuado en la vejez, cuando el cuerpo enfrenta desafíos adicionales como pérdida de masa muscular, cambios metabólicos y mayor vulnerabilidad a la fatiga.

¿Por qué el desayuno tiene tanto peso en la tercera edad?

Tras horas de ayuno nocturno, el organismo necesita nutrientes para restablecer energía, favorecer la concentración y sostener las funciones cognitivas. Por eso, los especialistas desaconsejan saltarse el desayuno y sugieren optar por combinaciones que incluyan:

  • Hidratos de carbono de buena calidad

  • Proteínas

  • Y grasas saludables, necesarias para absorber vitaminas liposolubles como A, D, E y K.

La nutricionista Andrea Purita describe un ejemplo equilibrado: un tazón de yogur (descremado, vegetal o griego) con frutas como banana —rica en potasio y magnesio— más frutos secos como almendras, nueces o pasas, que aportan antioxidantes y vitaminas del grupo B.

Más que una comida: una herramienta para promover longevidad

Para Dashti y su equipo, el horario del desayuno no es únicamente un hábito: es una ventana hacia el estado general del organismo. Mantener una rutina estable de alimentación podría integrarse en estrategias más amplias de envejecimiento saludable, junto con ejercicio, buen descanso y seguimiento médico.

“Hasta ahora, teníamos un conocimiento limitado sobre cómo evolucionan los horarios de las comidas en la vejez y cómo este cambio se relaciona con la salud general y la longevidad. Nuestros hallazgos ayudan a llenar ese vacío”, sostuvo el investigador.

En un mundo que cada día comprende mejor la importancia del ritmo circadiano, la primera comida del día vuelve a recuperar su lugar central. Y en los adultos mayores, podría ser aún más determinante de lo que se pensaba.

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