Redacción. El goteo nasal persistente, conocido en medicina como rinorrea crónica, es un síntoma que muchas personas consideran menor pero que, según especialistas, puede tener múltiples orígenes y en algunos casos requiere atención inmediata. La Cleveland Clinic advierte que no se trata únicamente de alergias estacionales o resfriados prolongados: detrás de una secreción nasal continua pueden esconderse condiciones más complejas.
La rinorrea crónica se caracteriza por la producción continua de mucosidad más allá de los episodios habituales de infección viral. Aunque la mayoría de los casos resultan benignos, los médicos subrayan la importancia de identificar el origen exacto para evitar tratamientos inadecuados y descartar complicaciones.
El Dr. Josué Limage, médico de familia de la Cleveland Clinic, explica que existen seis causas principales que van desde trastornos frecuentes hasta enfermedades poco comunes pero potencialmente graves.
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1. Alergias: el disparador más habitual
Las alergias encabezan la lista. Cuando el sistema inmunitario reacciona a sustancias como el polvo, el polen o la caspa de mascotas, se produce un exceso de mucosidad acompañado de estornudos, tos persistente y picazón ocular o faríngea.
El Dr. Limage señala que muchas personas desarrollan alergias en la adultez, por lo que los síntomas nuevos ameritan pruebas específicas para descartar sensibilizaciones recientes.
2. Rinitis no alérgica: un trastorno subestimado
Otra causa frecuente es la rinitis no alérgica, en la que la mucosa nasal se inflama sin desencadenantes inmunológicos. La Cleveland Clinic identifica factores hormonales —como los que se presentan en el embarazo, menstruación o menopausia—, el uso de ciertos medicamentos (betabloqueadores, antidepresivos, anticonceptivos orales, antiinflamatorios y descongestionantes en aerosol), así como alimentos picantes, olores fuertes, cambios climáticos y estrés.
Según Limage, el estrés por sí solo puede desencadenar síntomas que fácilmente se confunden con alergias.
3. Sinusitis crónica: inflamación prolongada
Cuando los senos paranasales permanecen inflamados por más de 12 semanas, la secreción nasal se prolonga. Estos pacientes suelen requerir tratamiento médico, frecuentemente con esteroides o antibióticos, de acuerdo con el especialista.
4. Pólipos nasales: obstrucciones benignas
Los pólipos —crecimientos no cancerosos en la mucosa nasal— también producen goteo constante, además de congestión y pérdida del olfato. Dependiendo del tamaño y los síntomas, pueden controlarse con fármacos o requerir cirugía.
5. Fuga de líquido cefalorraquídeo: una emergencia médica
Aunque poco común, una fuga de líquido cefalorraquídeo (LCR) puede manifestarse como un goteo nasal persistente. Suele ser unilateral y con un sabor salado o metálico. Este cuadro, asociado a traumatismos o cirugías, exige atención inmediata debido al riesgo de infecciones graves como meningitis.
6. Tumores paranasales: la causa menos frecuente
Los tumores malignos en la nariz o senos paranasales pueden provocar rinorrea persistente en un solo lado, acompañada de dolor, cefaleas o episodios de sangrado.
Cuándo preocuparse: señales que no deben ignorarse
Los expertos recomiendan buscar valoración médica si la secreción nasal presenta alguna de estas características:
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aparece mezclada con sangre;
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tiene sabor salado o metálico;
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cambia de transparente a amarillo o verde;
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proviene solo de una fosa nasal.
Estos signos pueden indicar infecciones serias, lesiones internas o tumores.
¿Y si no hay señales de alarma?
En la mayoría de los casos, el goteo nasal constante puede controlarse con antihistamínicos o medidas caseras. No obstante, los especialistas insisten en que el paso clave es determinar la causa. Solo así es posible dar con un tratamiento adecuado y evitar complicaciones futuras.
Para quienes conviven a diario con la incomodidad de la rinorrea crónica, una evaluación médica oportuna puede significar recuperar calidad de vida y dejar de depender de los pañuelos.
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