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viernes 5 diciembre 2025

El cuerpo sigue quemando calorías tras el ejercicio, confirma estudio

Redacción. El cuerpo humano mantiene un gasto calórico elevado incluso después de que finaliza la actividad física, reveló un estudio internacional publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

La investigación, liderada por científicos de Virginia Tech, aporta evidencia sólida de que el metabolismo no se detiene al terminar el ejercicio, sino que sigue activo durante horas posteriores.

Los resultados del estudio muestran que este gasto energético adicional no compromete funciones esenciales como la respiración, la circulación sanguínea o la regulación de la temperatura. Según los autores, no se detectaron mecanismos de compensación significativos que reduzcan el consumo calórico en procesos básicos del cuerpo al aumentar la actividad física.

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Incremento sostenido del gasto calórico

El concepto de presupuesto energético, definido como el total de calorías que el cuerpo utiliza cada día, es central en la investigación. Los datos indican que moverse más incrementa este presupuesto sin provocar recortes metabólicos en otras áreas clave del organismo. Es decir, la energía gastada durante la actividad física se suma al gasto calórico total de manera aditiva, reforzando la relación directa entre movimiento y consumo de energía.

El cuerpo sigue quemando calorías tras el ejercicio, confirma estudio
Mujer ejercitándose. Foto: Infobae.
Cómo se realizó el estudio

El análisis incluyó a 75 adultos de entre 19 y 63 años con diferentes estilos de vida, desde personas sedentarias hasta corredores de ultraresistencia. Los participantes ingirieron isótopos de oxígeno e hidrógeno para medir con precisión el gasto calórico total. Durante dos semanas, se analizaron sus muestras de orina y se registraron sus patrones de movimiento mediante sensores portátiles.

La metodología permitió demostrar que el aumento de la actividad física incrementa el gasto energético sin que factores como la masa libre de grasa alteren la tendencia observada. Además, las personas activas presentaron menos periodos prolongados sin movimiento, lo que indica una relación inversa entre actividad física y sedentarismo.

Hallazgos adicionales y límites fisiológicos

El estudio también comparó poblaciones con estilos de vida muy activos, tanto en comunidades rurales de distintos continentes como en países occidentales más sedentarios. Según Guillermo Zorrilla, del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos, “las personas con mayor nivel de ejercicio físico parecen tener un presupuesto energético más alto”.

No obstante, Zorrilla advirtió que existe un umbral fisiológico en el que el cuerpo puede activar mecanismos de protección ante un gasto calórico extremo, para evitar comprometer funciones vitales. Estos mecanismos se observan en contextos de ejercicio intenso y prolongado, funcionando como una salvaguarda natural del organismo.

El estudio evidencia que el cuerpo continúa quemando calorías tras la actividad física, sin que la inactividad posterior anule los efectos positivos en el metabolismo. Así, moverse más no solo implica un gasto energético durante el ejercicio, sino un beneficio sostenido que contribuye al equilibrio energético diario.

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