Redacción. Cepillarse los dientes es un hábito cotidiano considerado esencial para mantener la salud bucal y prevenir enfermedades como la caries y la periodontitis. Sin embargo, la idea de que dos cepillados diarios son siempre la mejor estrategia ha comenzado a ser cuestionada por odontólogos y evidencia científica reciente.
Para los expertos, la cantidad de veces que se cepilla una persona no es tan determinante como la calidad del cepillado. El doctor Praveen Sharma, de la Universidad de Birmingham, explicó en el podcast What’s Up Docs de la BBC: “Es mejor hacerlo bien una vez al día que dos veces rápidamente. Si puedes encontrar tiempo, entonces sí, dos veces al día”. Sharma sugiere que, si solo es posible un cepillado, este se realice por la noche y se complemente con hilo dental o cepillos interdentales.
La profesora Margherita Fontana, de la Universidad de Michigan, coincide: “Si te cepillas correctamente, puedes hacerlo con la frecuencia que quieras”. Esto implica que un cepillado deficiente, aunque sea frecuente, puede resultar menos efectivo o incluso dañino. La técnica, la atención al detalle y el uso de hilo dental son factores decisivos para prevenir caries y problemas de encías.
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Cómo cepillarse correctamente
El doctor Xand van Tulleken, citado en el mismo podcast, enfatiza la importancia de los movimientos circulares suaves, la limpieza de las tres superficies de cada diente (externa, de masticación e interna) y evitar distracciones como el teléfono móvil. El sangrado de encías, advierte Sharma, es señal de que el cepillado necesita mejorar.
Sobre el enjuague, los especialistas coinciden en escupir el exceso de pasta dental pero evitar enjuagarse, para que una fina capa de flúor permanezca en los dientes y continúe protegiéndolos. Respecto al dentífrico, Sharma aclara que el flúor es lo esencial, no el precio ni la marca.
El papel del hilo dental
El uso del hilo dental o cepillos interdentales es clave. Steven Katz, presidente de la Asociación Estadounidense de Endodoncistas, indica que limpiar los espacios entre los dientes antes del cepillado permite que el dentífrico llegue a más superficies y reduce riesgos de caries y enfermedades de las encías. Fontana sugiere que hacerlo antes de dormir puede ser especialmente beneficioso.
¿Antes o después del desayuno?
El debate sobre el momento ideal continúa. Según Katz, cepillarse al despertar ayuda a eliminar la placa acumulada durante la noche y recubrir los dientes con flúor y minerales protectores. Por otro lado, Fontana señala que cepillarse después de las comidas ayuda a remover restos de alimentos y biopelículas bacterianas, aunque tras ingerir alimentos ácidos conviene esperar 30 a 60 minutos para evitar dañar el esmalte.
La conclusión de los expertos
En definitiva, no existe un número universal de cepillados que garantice la salud bucal. La evidencia científica y la experiencia de los profesionales indican que lo más importante es:
- Cepillarse con técnica correcta, sin prisas y prestando atención a cada diente.
- Complementar la limpieza con hilo dental o cepillos interdentales.
- Mantener el flúor en contacto con los dientes, sin enjuagarse inmediatamente.
- Adaptar la rutina al estilo de vida y necesidades individuales, considerando el momento del día más conveniente.
Más allá de la cantidad, la clave está en cómo, cuándo y con qué herramientas realizamos la higiene bucal. Un cepillado bien hecho una vez al día puede ser más eficaz que dos apresurados, siempre que se sigan las recomendaciones de los especialistas.
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