Redacción. Un nuevo estudio publicado en el Journal of the American Board of Family Medicine sugiere que la acidez estomacal frecuente, también conocida como reflujo gastroesofágico (ERGE), podría ser una señal temprana de un posible trastorno por consumo de alcohol.
Los investigadores analizaron los expedientes médicos de más de 350,000 adultos atendidos en clínicas afiliadas a la Universidad de Saint Louis (SLU) entre 2020 y 2023. Ninguno de estos pacientes había sido diagnosticado previamente con trastorno por consumo de alcohol. Al estudiar los datos de 2022 y 2023, los científicos examinaron la relación entre varios problemas gastrointestinales —síndrome del intestino irritable, úlceras y ERGE— y la probabilidad de desarrollar un trastorno por consumo de alcohol.
Los resultados mostraron que solo la ERGE estaba asociada con un riesgo significativamente mayor de alcoholismo. Según el estudio, quienes padecen de reflujo ácido tenían un 18 % más de probabilidad de ser diagnosticados con trastorno por consumo de alcohol en los dos años posteriores. Este riesgo era especialmente notable en personas menores de 58 años y fue consistente tanto en hombres como en mujeres.
«Un diagnóstico de ERGE se asocia con una mayor probabilidad de recibir un nuevo diagnóstico de trastorno por consumo de alcohol dentro de los dos años», explicaron los investigadores. La Dra. Kimberly Schiesl, autora principal del estudio y presidenta interina de medicina familiar y comunitaria en SLU, enfatizó: “Si sabemos que los pacientes con ERGE tienen un riesgo más alto, podemos empezar a hacer las preguntas correctas y ofrecer ayuda antes”.

Le puede interesar: Vitamina A: efectos de consumirla a diario en el cuerpo
Problemas con la bebida
El estudio también destaca que los médicos de familia a menudo tienen dificultades para detectar el riesgo de alcoholismo entre sus pacientes. La ERGE podría actuar como una señal de advertencia porque el consumo excesivo de alcohol suele provocar problemas gastrointestinales, incluidos reflujo y acidez.
Según investigaciones anteriores, los bebedores tienen un 48 % más de probabilidad de desarrollar ERGE, y el riesgo aumenta con la cantidad de alcohol consumida. Los autores del estudio recomiendan que un diagnóstico reciente de ERGE se considere una oportunidad para abrir una conversación sobre el consumo de alcohol. Además, de realizar evaluaciones formales con herramientas validadas.
“Los pacientes pueden estar más dispuestos a hablar sobre su consumo de alcohol en el contexto de un trastorno gastrointestinal recién diagnosticado”, señalaron.
En Estados Unidos, el alcoholismo afecta aproximadamente al 12 % de los hombres y al 8 % de las mujeres. Además, contribuye a unas 178,000 muertes al año. Esto refuerza la importancia de identificar señales tempranas de riesgo.
De igual importancia: Hipotiroidismo: por qué es crucial conocer su causa antes de medicarse



