Redacción. Recibir un diagnóstico de hipotiroidismo puede alterar de manera inesperada la vida diaria. La fatiga, el aumento de peso, los cambios en el ánimo y el metabolismo suelen aparecer de forma súbita, generando incertidumbre sobre cómo recuperar el equilibrio físico y emocional. Frente a este escenario, especialistas coinciden en que el primer paso esencial es identificar la causa subyacente de la enfermedad antes de iniciar cualquier tratamiento.
“La clave está en determinar el origen del hipotiroidismo con pruebas de laboratorio adecuadas”, señala la Dra. Christine Maren, citada por EatingWell. Según explica, el hipotiroidismo puede derivar de distintas causas, como la enfermedad de Hashimoto, la deficiencia de yodo o la tiroiditis posparto. Iniciar la medicación sin conocer el motivo puede llevar a pasar por alto enfermedades autoinmunes o desequilibrios nutricionales, comprometiendo el manejo a largo plazo.
La Dra. Meena Malhotra, médica y fundadora del Illinois Institute of Integrative Medicine en Estados Unidos, coincide en que identificar la causa desde el principio permite personalizar el tratamiento y orientar las recomendaciones dietéticas. “Las causas más comunes de hipotiroidismo son la tiroiditis autoinmune (de Hashimoto) o la deficiencia de yodo. Conocer esto desde el inicio permite predecir la evolución de la enfermedad y tomar decisiones informadas”, afirma.
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Evidencia científica
Un estudio publicado en JAMA confirma que la tiroiditis de Hashimoto representa hasta el 85 % de los casos de hipotiroidismo primario en pacientes de regiones con ingesta adecuada de yodo. Asimismo, factores genéticos, ambientales y algunos medicamentos pueden influir en el desarrollo de la enfermedad. Esto refuerza la importancia de realizar pruebas específicas antes de iniciar cualquier tratamiento.
Para esclarecer el origen del hipotiroidismo, los especialistas recomiendan un panel tiroideo completo, incluyendo la medición de anticuerpos tiroideos, que permite detectar enfermedades autoinmunes como Hashimoto. Identificar estos anticuerpos a tiempo no solo orienta la medicación, sino que también reduce el riesgo de desarrollar otras patologías autoinmunes y facilita la implementación de ajustes en la alimentación y el estilo de vida.
Una vez confirmado el diagnóstico y su causa, el tratamiento suele iniciar con levotiroxina, medicamento que normaliza los niveles hormonales y alivia síntomas como fatiga, estreñimiento, piel seca, caída del cabello y aumento de peso.
Es fundamental dialogar con el médico sobre la dosis, forma y horario de administración, ya que esto influye directamente en la eficacia del fármaco. Algunos estudios recientes incluso sugieren que el uso prolongado de levotiroxina puede afectar la densidad ósea en adultos mayores, subrayando la necesidad de un seguimiento médico integral.

Ajustes en el estilo de vida
Además del tratamiento farmacológico, los especialistas destacan la importancia de ajustes en el estilo de vida, especialmente en casos de Hashimoto. Mantener la salud intestinal, descansar adecuadamente, controlar el estrés, corregir deficiencias nutricionales y adoptar una dieta antiinflamatoria son medidas que, combinadas con la medicación, favorecen el bienestar general.
Los expertos de EatingWell recomiendan, además, mantener un registro de síntomas y niveles de energía. También contar con un equipo médico accesible y buscar información confiable y comunidades de apoyo. Estas acciones fortalecen la sensación de acompañamiento y proporcionan confianza al paciente en el manejo de su salud.
Conocer la causa del hipotiroidismo antes de medicarse no solo permite un tratamiento más efectivo, sino que también ofrece herramientas para anticipar la evolución de la enfermedad y tomar decisiones informadas, favoreciendo una mejor calidad de vida a largo plazo.
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