Redacción. La salud renal se ha convertido en una de las principales preocupaciones médicas. El nefrólogo Borja Quiroga advirtió que la enfermedad renal afecta ya a millones de personas en el mundo.
Según el especialista, lo más alarmante es que la mitad de los pacientes no son conscientes de padecerla. “Ha aumentado en los últimos años y cada vez lo hace más. El experto recuerda que mantener una buena hidratación es esencial para el correcto funcionamiento de los riñones.
El cuerpo elimina al menos medio litro de agua al día mediante los desechos, y entre 700 y 800 mililitros más a través de la transpiración y la respiración. Por eso, Quiroga recomienda una ingesta mínima de “1,2 a 1,3 litros de agua al día”, cifra que puede aumentar con el calor o la actividad física. “La sed es el estímulo más potente que tiene el cuerpo para recordarnos que tenemos que beber más agua”, afirmó.
Una aliada natural para los riñones
La sandía es una de las frutas más completas para ayudar a mantener los riñones limpios y favorecer la eliminación de líquidos retenidos. Gracias a su alto contenido en agua —más del 90% de su composición—, contribuye a una adecuada hidratación y ayuda al cuerpo a eliminar toxinas, lo que puede reducir el riesgo de infecciones urinarias y mejorar la función renal.
La doctora Pris Villalvazo, especialista en nefrología, explica que “la sandía contiene fitoquímicos con efecto antioxidante, antiinflamatorio y antihipertensivo, además de tener efectos sobre sustancias en la orina que resultan en disminuir la formación de piedras renales cuando se componen de oxalato de calcio”.
También, posee un suave efecto diurético, que aumenta la cantidad de orina sin alterar la presión arterial. No obstante, la experta advierte que su elevado contenido en potasio puede no ser recomendable en personas con enfermedad renal avanzada. En ese sentido, siempre debe consumirse con moderación y bajo supervisión médica en esos casos.
Beber agua es esencial, pero los alimentos ricos en contenido acuoso, como la sandía, también aportan hidratación al organismo. Su consumo regular ayuda a depurar el cuerpo, a eliminar los excesos de sodio y a prevenir la retención de líquidos.
Además de su acción diurética, la sandía destaca por su riqueza en vitaminas A y C, y en antioxidantes como el licopeno y la cucurbitacina E, compuestos que ayudan a combatir los radicales libres y a reducir la inflamación del organismo.
Estas propiedades antioxidantes también se asocian a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes o ciertos tipos de cáncer, según explica el portal Healthline.
