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miércoles 17 diciembre 2025

Fumar causa daños irreversibles en los ojos, advierten especialistas

Redacción. El tabaquismo no solo afecta los pulmones y el corazón: la evidencia científica confirma que fumar puede causar daños irreversibles en los ojos, aumentando el riesgo de enfermedades graves como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), el glaucoma, las cataratas y otras patologías oculares.

El humo del tabaco contiene más de 7,000 compuestos químicos, muchos de ellos tóxicos, que ingresan al torrente sanguíneo y afectan directamente tejidos sensibles del ojo, como la retina, el cristalino y la mácula. Estos compuestos provocan inflamación, elevan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y reducen el flujo sanguíneo en los diminutos vasos oculares. Como resultado, se dificulta la eliminación de desechos metabólicos bajo la retina, acelerando el deterioro ocular.

El oftalmólogo Gregg Feinerman advierte que incluso tras dejar de fumar, algunos daños permanecen. La membrana basal de la retina puede mantenerse afectada y los vasos sanguíneos contraídos, lo que aumenta la probabilidad de progresión de la DMAE seca hacia la forma más grave, la DMAE húmeda, y disminuye la eficacia de los tratamientos disponibles.

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Genética y tabaquismo: un riesgo combinado

Aunque la genética influye en alrededor del 70 % de los casos de DMAE, el consumo de tabaco potencia significativamente la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Según la Macular Society, un tercio de los casos se relaciona con la combinación de predisposición genética y tabaquismo.

Taariq Mohammed, de la Universidad de Maryland, señala: “No puedes controlar tu genética, pero sí puedes controlar tus hábitos. Reducir o eliminar el consumo de tabaco siempre es recomendable”.

Fumar causa daños irreversibles en los ojos, advierten especialistas
El tabaquismo está vinculado con múltiples patologías oculares.

Otros daños oculares vinculados al tabaco

El contacto directo con cigarrillos también afecta los ojos. La nicotina y el alquitrán presentes en las manos pueden contaminar lentes de contacto, provocando ardor y sequedad ocular, explica Jacquie Bowen, presidenta de la American Optometric Association.

El tabaquismo se asocia con:

  • DMAE: Deteriora la mácula, responsable de la visión central y detallada.

  • Glaucoma: Daña el nervio óptico y compromete el campo visual.

  • Cataratas: Opacidad del cristalino que afecta la visión.

  • Ojo seco y uveítis: Inflamación del iris y alteraciones de la película lagrimal.

Impacto del humo de segunda mano y en el embarazo

No solo los fumadores activos están en riesgo. La exposición al humo de segunda mano puede dañar la retina, incluso con niveles bajos de exposición. Un estudio en Hong Kong encontró signos de daño ocular en niños expuestos a un cigarrillo diario.

Durante el embarazo, fumar transmite toxinas al feto, elevando el riesgo de estrabismo, subdesarrollo del nervio óptico y otros problemas visuales, que constituyen algunas de las principales causas de ceguera infantil. Además, el tabaquismo materno aumenta la probabilidad de partos prematuros, lo que agrava las complicaciones visuales en recién nacidos.

Riesgos de cigarrillos electrónicos y vaporizadores

Los dispositivos electrónicos que contienen nicotina también afectan la visión. La nicotina eleva la presión arterial y la frecuencia cardíaca, mientras que ciertos compuestos pueden generar estrés oxidativo e inflamación en los tejidos oculares. Usuarios de cigarrillos electrónicos presentan mayor incidencia de ojo seco y peor calidad de la película lagrimal. Algunos dispositivos liberan formaldehído, un irritante ocular y potencial carcinógeno.

Prevención y cuidado de la visión

La medida más efectiva para proteger la salud ocular es dejar de fumar. Incluso en etapas avanzadas de la vida, abandonar el tabaco reduce significativamente el riesgo de enfermedades graves.

El CDC recomienda realizar exámenes oculares periódicos, especialmente para quienes fuman o fumaron, ya que la DMAE puede avanzar sin síntomas evidentes. Además, mantener una dieta rica en antioxidantes, consumir pescado y verduras de hoja verde, practicar ejercicio regular y controlar la presión arterial y el colesterol ayuda a minimizar los daños causados por el tabaco.

La evidencia científica es clara: fumar y la exposición a productos de tabaco incrementan de manera significativa el riesgo de pérdida de visión irreversible. Adoptar hábitos saludables y abandonar el tabaco es crucial para proteger los ojos y prevenir enfermedades que pueden comprometer la calidad de vida.

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