Redacción. La vista es uno de los sentidos más valiosos, pero también de los más vulnerables. Instituciones como Harvard Medical School, la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad de la Salud Ocular de Illinois han identificado, a través de estudios recientes, que ciertas rutinas diarias pueden afectar la salud ocular de manera silenciosa y progresiva.
Frotarse los ojos: un riesgo subestimado
Frotarse los ojos es un gesto común para aliviar irritación o cansancio. Sin embargo, según Phillip Yuhas, profesor adjunto de Optometría de Ohio State, esta práctica puede debilitar la córnea y favorecer el desarrollo de queratocono, una enfermedad progresiva que puede requerir trasplante en casos graves.
La importancia de las gafas de sol
La radiación ultravioleta (UV) incrementa el riesgo de cataratas, daño en la mácula y cáncer de párpados. Los expertos recomiendan gafas que filtren el 100 % de los rayos UVA y UVB, conocidas como UV400. Este cuidado debe mantenerse todo el año, ya que la luz reflejada en superficies como nieve, arena o agua aumenta la exposición ocular.
Lentes de contacto y sueño: una combinación peligrosa
Dormir con lentillas incrementa el riesgo de infecciones oculares graves. Gina Yu, portavoz de la Academia Estadounidense de Oftalmología, advierte que la falta de oxígeno en la córnea durante la noche favorece la proliferación de bacterias y hongos.
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Pantallas digitales y fatiga ocular
El uso prolongado de computadoras, tabletas y teléfonos genera fatiga visual, visión borrosa y sequedad. Los especialistas señalan que la regla 20-20-20 —descansar la vista cada 20 minutos mirando algo a 20 pies de distancia durante 20 segundos— es más eficaz que depender de filtros de luz azul, cuya efectividad no está científicamente comprobada.
Alcohol y salud ocular
El consumo excesivo de alcohol deteriora los tejidos oculares y puede acelerar el avance del glaucoma, enfermedad que puede causar pérdida irreversible de visión, según estudios de Harvard y Ohio State.
Cuidado con el maquillaje
Dormir sin retirar maquillaje, especialmente productos antiguos o aplicados cerca de las glándulas sebáceas, puede causar irritación e infecciones en los párpados y conjuntiva.
Dieta y estilo de vida
Una alimentación pobre en nutrientes, combinada con sedentarismo, incrementa la prevalencia de cataratas y enfermedades degenerativas de la retina. Yuhas enfatiza que todo lo beneficioso para la salud general —dieta balanceada, ejercicio regular— también protege la visión.
Protección en actividades de riesgo
Lesiones oculares ocurren frecuentemente durante tareas domésticas o deportes. Estudios de la Universidad de la Salud Ocular de Illinois muestran que el uso de gafas protectoras reduce hasta en un 90 % el riesgo de accidentes que afectan la visión.
Prevención: la mejor estrategia
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Realizar un examen oftalmológico completo antes de los 40 años, incluso sin síntomas, para detectar cataratas, glaucoma y otras enfermedades tempranas.
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Evitar remedios caseros sin respaldo científico y consultar a profesionales ante cualquier signo de alarma.
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Incorporar cambios simples en la rutina: limpieza de párpados, pausas en el uso de pantallas, protección solar y ocular, y hábitos saludables de alimentación y ejercicio.
Los especialistas coinciden: la vista se protege mejor con medidas preventivas y consistentes que con tratamientos tardíos. Adoptar estas prácticas en la vida diaria puede marcar la diferencia y preservar la visión durante toda la vida.
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