Redacción. Los soplos cardíacos son sonidos producidos por el paso de la sangre a través de las válvulas del corazón. Aunque muchas personas los desconocen, pueden ser un indicio de alteraciones en la función cardíaca que requieren atención médica.
Cómo se producen los soplos
“Un soplo es simplemente el ruido que genera la sangre al atravesar una válvula que no funciona correctamente”, explica el cardiólogo Alejandro Meretta, especialista en enfermedades cardiovasculares. En condiciones normales, las válvulas son silenciosas; cuando suenan, pueden señalar problemas que van desde leves hasta severos.
Los soplos pueden originarse por:
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Enfermedades valvulares degenerativas, como la estenosis aórtica, frecuente en adultos mayores. La válvula aórtica se estrecha y se calcifica con el tiempo, dificultando el flujo de sangre.
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Insuficiencia valvular, cuando la válvula no cierra bien y parte de la sangre regresa al corazón.
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Malformaciones congénitas o complicaciones por infecciones.

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Prevalencia y gravedad
En Argentina, un estudio de la Sociedad Argentina de Cardiología sobre 3.020 pacientes que se realizaron ecografías Doppler reveló que seis de cada diez presentaban algún problema en las válvulas cardíacas. Uno de cada diez tenía alteraciones severas. Aunque el estudio tiene un sesgo —ya que los pacientes tenían síntomas o inquietudes—, ilustra la frecuencia de estas patologías y la necesidad de control.
Meretta aclara: “Un soplo no siempre significa enfermedad grave. Puede ser leve, moderado o severo. Pero es un aviso para investigar y prevenir complicaciones, especialmente en adultos mayores”.
Detección y seguimiento
El diagnóstico de los soplos se ha sofisticado con los años. Hoy, además del tradicional estetoscopio, se utilizan ecografías Doppler que permiten:
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Evaluar las válvulas y cavidades del corazón.
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Detectar problemas incluso cuando no hay síntomas evidentes.
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Planificar intervenciones médicas adecuadas en caso necesario.
La prevención es clave: todos los adultos deberían hacerse al menos una ecografía cardíaca a lo largo de la vida para descartar alteraciones silenciosas.
Tratamiento y avances médicos
El tratamiento depende de la gravedad y del tipo de disfunción valvular. Entre las opciones actuales se incluyen:
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Reemplazo valvular mediante catéter, un procedimiento menos invasivo que la cirugía tradicional.
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Valve-in-valve, la posibilidad de colocar una nueva válvula dentro de una previamente reemplazada.
Estos avances permiten tratar patologías graves en pacientes mayores, mejorando su calidad de vida y reduciendo riesgos de insuficiencia cardíaca u otros eventos cardiovasculares.

Los soplos cardíacos son señales de alerta que no deben ignorarse. Detectarlos a tiempo, realizar controles regulares y seguir las indicaciones médicas es la mejor estrategia para prevenir complicaciones. “Cuando vivimos más, encontramos más cosas. Las válvulas también envejecen, y cuidarlas es esencial para mantener un corazón saludable”, concluye Meretta.
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