Redacción. La confusión entre salida voluntaria y autodeportación ha crecido en medio de las nuevas disposiciones del Departamento de Medidas de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). Aunque muchas veces se utilizan como sinónimos, estas dos opciones tienen diferencias claves que pueden afectar el futuro legal de un migrante en Estados Unidos.
En términos generales, el sistema judicial de inmigración supervisa la salida voluntaria, mientras que en la autodeportación, el migrante abandona el país por decisión propia, sin intervención directa del gobierno. Ambos términos afectan el historial migratorio de una persona y pueden influir en futuras solicitudes de visado o residencia.
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En este contexto, la implementación de la aplicación CBP Home por parte del DHS ha renovado el debate sobre ambos conceptos. La herramienta, que sustituirá a CBP One, incluye la función “Intent to Depart”, la cual permite a los migrantes en situación irregular notificar su intención de salir del país. Sin embargo, expertos advierten que este mecanismo no reemplaza el proceso de salida voluntaria y puede generar confusión sobre sus implicaciones legales.
Salida voluntaria
La Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR) regula el proceso de salida voluntaria. Se concede a migrantes que enfrentan un proceso de deportación y permite que abandonen el país dentro de un plazo determinado sin que se les emita una orden formal de expulsión. Existen dos tipos de salida voluntaria: la solicitada al inicio del proceso migratorio y la otorgada al final de la audiencia, aunque esta última es más difícil de conseguir. Según EOIR, optar por la salida voluntaria evita sanciones severas y facilita un posible reingreso legal al país en el futuro.
Para acceder a este beneficio, los migrantes deben demostrar que tienen los recursos económicos para costear su viaje de regreso. Asimismo comprometerse a salir en el tiempo establecido por la autoridad migratoria. En algunos casos, es posible que se exija el pago de una fianza para garantizar el cumplimiento de la salida.
Autodeportación
Por otro lado, la autodeportación no es un término oficial en la legislación estadounidense. Se usa para describir la decisión personal de un migrante de abandonar el país sin intervención directa de las autoridades de inmigración. La firma de abogados Andrew T. Thomas explica que la autodeportación suele ocurrir cuando los migrantes enfrentan dificultades para acceder a trabajo, vivienda o servicios básicos debido a políticas migratorias estrictas. En muchos casos, los migrantes consideran que salir voluntariamente puede ayudarlos a evitar procedimientos formales de deportación, aunque esto no siempre es cierto.
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Un aspecto relevante de la autodeportación es que no garantiza la posibilidad de reingresar legalmente en el futuro. Incluso si el migrante sale por su cuenta, su historial de presencia irregular en Estados Unidos podría ser un obstáculo en futuras solicitudes de visado o residencia. En algunos casos, la salida por autodeportación puede ser considerada como un intento de eludir sanciones migratorias. Esto podría complicar aún más el proceso de retorno.
Diferencias
- Proceso legal: La salida voluntaria es un procedimiento regulado por la ley de inmigración, mientras que la autodeportación es una decisión personal sin un marco legal específico.
- Orden de deportación: La salida voluntaria evita que el migrante tenga una orden formal de deportación en su historial, mientras que la autodeportación no necesariamente protege contra sanciones migratorias futuras.
- Consecuencias legales: La salida voluntaria permite que un migrante pueda solicitar el reingreso legal en el futuro sin restricciones severas, mientras que la autodeportación puede llevar a la prohibición de ingreso por hasta diez años si hubo una estancia ilegal prolongada.
- Requisitos: La salida voluntaria exige cumplir condiciones establecidas por la corte de inmigración, mientras que la autodeportación no requiere aprobación de ninguna autoridad.
- Impacto en futuras solicitudes: Un migrante que opta por la salida voluntaria puede demostrar que cumplió con la normativa migratoria, lo que podría mejorar sus posibilidades de reingreso. En cambio, aquellos que se autodeportan sin regularizar su estatus podrían enfrentar obstáculos adicionales.