España facilita la salida de empresas de Cataluña; más trabas a la independencia

Lo de Rajoy cada vez es más el sendero del autoritarismo, del centro-madridismo, visto por viejos antifranquistas “como algo que ampara una cadena de políticos bajo sospecha de toda clase de delitos, una fiscalía reprobada y un Tribunal Constitucional desacreditado tras la última reforma del 2015 impuesta por el PP”.

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Lo de Rajoy cada vez es más el sendero del autoritarismo, del centro-madridismo, visto por viejos antifranquistas “como algo que ampara una cadena de políticos bajo sospecha de toda clase de delitos, una fiscalía reprobada y un Tribunal Constitucional desacreditado tras la última reforma del 2015 impuesta por el PP”.

REDACCIÓN. El gobierno español de Mariano Rajoy aprobó hoy un decreto para permitir la «salida express» de empresas de Cataluña.

La medida es una respuesta a la turbulencia financiera. Asimismo, al temor a una inseguridad jurídica que genera la posibilidad de que la región declare la independencia el próximo martes. Básicamente lo que hace la norma es permitir el eventual traslado fuera de la región. Esto, sin la necesidad de que sea aprobado en asamblea general de accionistas.

«Esto es sólo una norma para facilitar el proceso. La decisión está en las empresas», dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos. Una de las entidades que tropezaba con esa dificultad es el banco Caixabank, que podría concretar el paso esta misma tarde.

A lo largo de la mañana de hoy otras empresas emblemáticas de la región se sumaron a la posible relocalización. Entre ellas, la poderosa Gas Natural, que tiene el monopolio de la energía en España. Y Freixenet, la famosa productora de Cava, la versión catalana del vino espumante.

«La verdad es que hasta ahora no habíamos pensado en mudarnos porque creímos que lo del independentismo no iba en serio. Pero me he equivocado en eso», dijo su presidente, José Luis Bonet.

El gobierno de Mariano Rajoy explicó que el decreto sólo intenta facilitar la competitividad, la seguridad jurídica. Y la fortaleza de empresas que dan trabajo a miles de españoles. La medida fue vista como una agresión por el gobierno catalán.

Cataluña, después, ¿qué?

El domingo por la mañana, para contrarrestar la segura intervención de la policía enviada por Rajoy, las autoridades de Cataluña ordenaron una nueva táctica para el referendo:

Ordenaron confecciones caseras de papeletas electorales. Y votar en cualquier sitio instalado, lo que en cierto sentido no sólo sustituía reglas sino que rebajaba la credibilidad misma del acto.

Rajoy lo sabía, pero obnubilado con la posibilidad del castigo no ordenó detener la represión. Y sobrevino lo inevitable: la policía cargó contra gente desarmada y pacífica que únicamente quería expresar su voluntad en las urnas.

El resultado fue inmediato: la policía ofendiendo al pueblo repugnó el ánimo de las mayorías que veían con horror las imágenes de los embates uniformados. A tal grado fue el sobresalto generalizado que políticos de gobiernos y dirigentes partidarios de la unión. Además, dirigiéndose a Rajoy, le recordaron que estaba en Europa, “democrática” y supuestamente “civilizada”.