Redacción. Un grupo de sacerdotes de las diócesis de Toledo y Cádiz han impulsado una petición en la plataforma ciudadana Change.org, en la que ya han recogido más de 2 mil 400 firmas, para pedir al Papa Francisco que anule la declaración «Fiducia supplicans»
Esta medida permite bendecir a parejas formadas por personas del mismo sexo o divorciados y vueltos a casar, pero al margen de cualquier ritualización e imitación del matrimonio, dijo el Diario Excelsior.
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«Bendecir parejas en situación irregular o en convivencia homosexual, aunque sea de forma extralitúrgica, contradice el plan de Dios. En conciencia, no podemos aceptar el reconocimiento de este tipo de bendiciones. Pedimos filialmente al Santo Padre que anule ‘Fiducia supplicans'», dicen en la petición, promovida por un centenar de personas, entre ellas, sacerdotes.
Para justificar esta petición al Papa, los impulsores de la petición, entre los que también hay consagrados, consagradas y seglares, argumentan que, según el Código de Derecho Canónico.
Los fieles «tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia».
Vaticano responde
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano declaró que las bendiciones a los homosexuales y a las parejas que conviven sin estar casadas, aprobadas por el Papa el pasado 18 de diciembre, no suponen un «visto bueno».
A estas formas de vida y ha pedido que sean breves, es decir, que duren como máximo «10 ó 15 segundos», informaron.
«Esta forma de bendición no ritualizada, con la simplicidad y brevedad de su forma, no pretende justificar algo que no es moralmente aceptable. Evidentemente, no es un casamiento. Ni siquiera es un ‘visto bueno’ ni una ratificación de nada”, continúa el documento”, explicó el Dicasterio en un comunicado.
El documento aclara que cada obispo está autorizado por la Declaración ‘Fiducia supplicans’ a habilitar este tipo de «sencillas bendiciones». Sin embargo, de ninguna manera «están autorizados a proponer o habilitar bendiciones que puedan asemejarse a un rito litúrgico».