SAN PEDRO SULA, HONDURAS. La madrugada de hoy jueves falleció un conocido sacerdote en la ciudad industrial del país.
Se trata del padre Juan Regal, misionero belga en la diócesis de San Pedro Sula. Se conoció que en la zona norte quiso mucho a su gente y sirvió por 48 años.
En los últimos años ha ejercido su ministerio en la Iglesia de San Felipe, en la ciudad de San Pedro Sula. «Pidamos a Dios, padre misericordioso, que conceda al padre Juan, la plenitud de la vida y del amor en Jesucristo resucitado, de cuyo sacerdocio participó en esta tierra.
Encomendemos también en nuestra oración a la familia Regal que viven en Bélgica. Esto, para que el Señor les conceda su consuelo y su paz», puntualizó monseñor Ángel Garachana.
Aparentemente, la muerte del sacerdote extranjero se deriva de algo natural. Pues las autoridades católicas no han especificado la razón. Pero lo que si es cierto es que muchos de los fieles han mostrado su profundo pesar ante la irreparable pérdida del líder católico.
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«Un amigo muy querido para mi familia, que Dios le conceda el descanso eterno y brille para el la luz perpetúa», le expresó un ciudadano cuyo usuario en redes sociales es Charo García.
DEJÓ UNA GRAN HUELLA EN HONDURAS
Por su parte, otra ciudadana de nombre Argentina Valle de Castro, manifestó que «Dios lo tenga en su gloria, recorriendo y disfrutando los jardines celestiales».
Es importante mencionar que el padre Regalizó su formación primaria en una escuela católica y la secundaria en un instituto diocesano.
Además, el líder católico hablaba seis idiomas: flamenco, francés, alemán. Asimismo, inglés, italiano, español.
En 1957 ingresó al seminario y en ese momento ya estaba en vigencia un decreto del papa Pío XII. Este decreto pedía que hubieran sacerdotes diocesanos para reforzar América Latina y eso llamó su atención.
“Hice dos años de seminario y filosofía y la universidad para teología. En 1971 vine a Honduras directamente al obispado. Ayudaba al obispo en lo que podía y siempre me ha gustado apoyar a jóvenes trabajadores pero lo deje después del huracán Fifí”, dijo en una ocasión Regal. “Mi país es Honduras desde tiempo”, expresaba pese a que en Bélgica dejó a cuatro hermanos, a los cuales veía con regularidad.
Su lema de vida es «la unidad en la fe y en la caridad. Eso es lo que caracteriza a la Iglesia Católica». «Soy diocesano y estoy al servicio del obispo”. Siempre decía que si volviera a nacer escogería la misma vida y a San Pedro Sula como su ciudad para desarrollar un sacerdocio impecable al servicio de la comunidad.
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