La cantante Lady Gaga llegó a plantearse abandonar su carrera musical a finales del 2014 porque tenía miedo de que el estilo de vida que llevaba en aquel momento acabara costándole muy caro.
«A finales de 2014, mi estilista me preguntó: ‘¿De verdad quieres seguir siendo una estrella del pop?’. Le devolví la mirada y respondí: ‘Si pudiera pararlo todo ahora mismo, hoy mismo, lo haría. No puedo más. Necesito parar todo eso ahora porque voy a morir’. Cuando las cosas suceden tan deprisa dejas de sentirte segura, tienes la sensación de que vas dando tumbos de un lado a otro y no puedes pensar con claridad», explica la intérprete en una entrevista a Billboard. (Leer Lady Gaga, mujer del año).
Sin embargo, antes de que acabara el año Gaga volvió a la música lanzando al mercado un álbum de duetos junto a Tony Bennett, ‘Cheek to Cheek’, que marcó un antes y un después en su vida y la ayudó a reconciliarse con su carrera.
«Sentí que unas manos me levantaban. Fue como si el mundo entero hiciera un esfuerzo para poner de nuevo una estrella en el cielo y no volver a dejarla caer», añade.
Ahora, Lady Gaga -quien está comprometida con el actor Taylor Kinney- se siente más «poderosa e inteligente», por lo que no le da miedo enfrentarse al paso del tiempo ni cumplir 30 años el próximo mes de marzo. (Galería Lady Gaga y Taylor Kinney, sin tiempo para casarse).
«Soy más sexual, poderosa e inteligente que nunca antes y jamás había estado tan centrada. He tenido que superar muchos quebraderos de cabeza y mucho dolor, pero ninguna de esas dos cosas consiguió dañarme. Me hicieron una luchadora».
Vía: El Espectador
