Redacción. Los conductores de la ruta Carrizal-La Sosa, en Tegucigalpa, han paralizado este jueves parcialmente sus unidades por dos graves problemas. Uno de ellos, el impuesto de guerra y el otro es porque los quieren añadir en su terminal una nueva ruta que catalogan como ilegal.
Carrizal-La Espereza sería la nueva ruta que, según testimonios de varios conductores, cuenta con el permiso del Instituto de Transporte Terrestre (ITTH). Sin embargo, otros aseguraron que les parece sospechoso.
De acuerdo a los transportistas de la ruta Carrizal-La Sosa, ahora se pretende que la ruta nueva se instale en su terminal, lo cual rechazan, asegurado que esa ruta es una competencia irregular.
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Llevan años en esa terminal
Los conductores expresaron que la nueva ruta está cubriendo zonas que les corresponde a ellos.
Por otra parte, los conductores aseguran que les parece raro «que de la noche a la mañana» apareció esta nueva ruta. Asimismo, que de la nada tengan permiso para circular y la quieren meter en su terminal.
A raíz de este problema y el inacabable tema de la extorsión, los conductores estarían pensando en abandonar esta terminal, a pesar de que llevan más de 15 años laborando allí.
Igualmente, los transportistas han manifestado su preocupación, puesto que están siendo extorsionados por un nuevo grupo criminal.
Por el momento se desconoce si los propietarios de esta ruta de transporte interpusieron la denuncia ante las autoridades policiales, para que así se proceda con las investigaciones correspondientes.
Empresas se ven obligadas a cerrar
El sector transporte es uno de los más afectados por la extorsión a nivel nacional. Su propia dirigencia ha manifestado que desde hace años vienen pagando millones de lempiras a estructuras criminales para que los dejen operar.
Pese a ello, las autoridades de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco) afirman que trabajan en seguir atacando este flagelo. Ellos también afirman que buscan acabar con el «impuesto de guerra».