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jueves, marzo 28, 2024

Romulo Emiliani renunció para dejar de ser «un burócrata de la religión»

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SAN  PEDRO SULA.- El monseñor Romulo Emiliani al fin se abrió en un artículo de corte personal en el que expresa libremente por qué renunció de su cargo en la Iglesia.

Según explica Emiliani, la carga de su puesto en la iglesia le quitaba atención al problema de la violencia que azota al país.

«Porque eran tan grandes los retos, los miles de muertos por violencia anualmente y la impotencia tan inmensa. Porque no encontraba la manera de enfrentarme a estas matanzas», se lee en el escrito de Emiliani.

«Porque llegó un momento en que las tinieblas me habían arrancado la sensación de estupor, de asombro, de cólera, de indignación, que debería sentir ante tanta maldad, ante ese reguero de sangre, de impunidad, de sadismo y de continuidad de masacres, con sus viudas y huérfanos, y el lamento continuo, los gritos enloquecidos, las misas de cuerpo presente, y el hambre», continúa.

El peso de la rutina

En las líneas que siguen, Romulo Emiliani explica que se sentía preso de la rutina.

Además, que como a muchos hondureños, le había ocurrido que se había acostumbrado al «olor a sangre».

«Me estaba asentando, acomodando», dice.

«Qué fácil es para un clérigo arrimarse a la rutina de la liturgia diaria y esconderse entre estructuras de organización y cuatro paredes, entre papeles y archivos, y cumplir con lo mandado…», continuaba.

«Y ser un burócrata de la religión, una estatua de sal. Una piedra inmóvil que no se inmuta ante el dolor de los que sufren».

Para Emiliani, llegó la hora de dejar de «hacer lo de siempre sin pensar en lo que hago».

«Y aparentar además que lo hago de la manera correcta», agrega.

Volver a su pasión

La pasión de Romulo Emiliani ha sido rehabilitar a personas que han estado en pandillas y han tenido problemas con drogas y alcohol.

“Mi trabajo en las cárceles y con jóvenes pandilleros y en delincuencia común ha sido incansable”, declaró en una reciente entrevista.

Emiliani dejará de lado la parte «burocrática» que implicaba su labor en la iglesia. Pero promete que seguirá sirviendo a los propósitos de la misma pero ya enfocado en los retos.

De acuerdo a Emiliani, su renuncia es «un alto en el camino es saludable y evaluar el trabajo, corregir errores, hacer énfasis en lo que hay que continuar con nuevo empeño y dejar otras cosas buenas».

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