Redacción. David Murillo, padre de Isis Obed Murillo Mencías, el joven que perdió la vida por un disparo en la cabeza durante el golpe de Estado de 2009, se pronunció tras la captura de Romeo Vásquez Velásquez, exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y dos generales más en condición de retiro.
El padre del hondureño explicó que el proceso legal tomó un giro crucial luego de la reciente exhumación del cuerpo de su hijo Isis Obed, donde se estableció el calibre del proyectil que le causó la muerte.
También rechazó rotundamente las declaraciones de Vásquez Velásquez, quien en su defensa afirmó que el certero disparo que mató al joven provenía de los mismos manifestantes que participaban en la nutrida protesta del 5 de julio de 2009, cuando el entonces presidente Manuel Zelaya Rosales (2006-2009) intentó regresar a Honduras por vía aérea a Toncontín.
Murillo calificó las declaraciones del exmilitar como «mentiras». «La exhumación demostró que el disparo que acabó con la vida de mi hijo fue efectuado con un fusil del Ejército, un arma larga de calibre militar. Las pruebas balísticas están en el expediente», afirmó.
Acusaciones contundentes
El padre de Isis Obed responsabilizó directamente al general Vásquez Velásquez como autor intelectual del crimen. «Él mató a nuestro hijo. Él dio la orden para que lo mataran. Esto no es persecución política, esto es justicia», enfatizó.
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Destacó que el caso no debe interpretarse como un «acto de revancha personal o política». Los padres del joven ven este caso como un esfuerzo por garantizar que los responsables de actos de violencia y abuso de poder rindan cuentas ante la ley.
Captura de exmilitares
El domingo pasado las fuerzas de seguridad detuvieron a Vásquez Velásquez junto al exsubjefe de la institución castrense Venancio Cervantes y el excomandante del Comando de Operaciones Especiales, Carlos Roberto Puerto. Los tres generales enfrentan acusaciones de homicidio y lesiones graves durante el ataque armado contra manifestantes en 2009.