París.- Rafael Nadal derrotó al argentino Guido Pella 6-2, 6-1 y 6-1, en dos horas tres minutos. El argentino salió por la misma puerta de salida que la inmensa mayoría. Cuando Nadal se encuentra sobre arcilla, no hay prácticamente nadie que lo pare.
Hasta la fecha, solo Robin Soderling (2009) y Novak Djokovic (2016) puedan aguantar ese ritmo salvaje de tenis terráqueo.
Asimismo Pella cayó derrotado como muchos de los que se han enfrentado al número uno del tenis en arcilla.
Por su parte el tenista nunca está conforme con los resultados, el español siempre busca el éxito mas allá. Despues de un gran estreno ante Simeone Bolelli, Nadal sigue con la idea de un pulso enredado y discreto, pero no con su juego.
Insatisfecho por naturaleza, pero del mismo modo sabe que en los torneos a dos semanas su rendimiento es progresivo y que su motor se calienta conforma avanzan los días.
Era ya jueves y había sorteado las pequeñas dudas del primer día, así que procedía subir un escalón, una vuelta de tuerca para irse al hotel con un extra más allá del resultado. Así se lo exigía, y así lo consiguió.
REY EN LA ARCILLA
Nadal jugó mejor, con más brillo y con mayor determinación. Pella (zurdo, 78 del mundo) llevó a cabo un esfuerzo encomiable en el primer parcial, durante casi una hora, pero el premio que obtuvo fue de dos juegos.
Además con un agradable sol en París, ritmo de peloteo y un público que al atravesar el marco de entrada de la Lenglen se dejó las palmas aplaudiéndole.
MALOS RECUERDOS PARA NADAL
Una fecha inolvidable para Rafael Nadal. Un 31 de mayo se señala como maldito para el tenista: Justo el mismo día de ayer hace nueve años, en la central, Nadal cayó contra el sueco Soderling.
Por otra parte Pella dejó el alma en la cancha, pero apenas le hizo cosquillas.
Nadal no es el mismo jugador de hace nueve años, es todavía un mejor tenista.