Redacción. Los ríos Ulúa y Lempa atraviesan el corazón de importantes valles agrícolas, donde sostienen a miles de familias. Pero su caudal, alimentado por intensas lluvias estacionales y la geografía de sus cuencas, los convierte en una amenaza latente. Cada temporada lluvias torrenciales o de huracanes, las alertas se encienden, los comités de emergencia se activan y las comunidades ribereñas permanecen en vilo.
Las emergencias provocadas por estos ríos van más allá de las inundaciones; acumulan historias de pérdidas humanas, destrucción de viviendas, cultivos arrasados e interrupción de servicios básicos. La infraestructura, como puentes y carreteras, también sufre los embates de su fuerza descontrolada. La sedimentación, la deforestación en las cuencas altas y la ocupación irregular de zonas inundables agravan la situación, intensificando el impacto de cada crecida.
Río Ulúa
Nace en las faldas de la Sierra de Opalaca, específicamente en el departamento de Intibucá, al occidente de Honduras. Sus fuentes principales se encuentran en las cercanías de La Esperanza, en las zonas montañosas que dividen las cuencas del Pacífico y el Atlántico.
Con una longitud aproximada de 400 kilómetros (250 millas), el Ulúa se extiende por varios departamentos de Honduras, incluyendo Intibucá, Lempira, Santa Bárbara, Cortés, Yoro y Atlántida.
Su recorrido es predominantemente de sur a norte, desembocando finalmente en el Mar Caribe a través del Golfo de Honduras, cerca de Puerto Cortés. A lo largo de su curso, recibe el caudal de numerosos afluentes importantes, como el río Humuya, el río Jicatuyo, el río Goascorán y el río Blanco, entre otros.
Energía
El Ulúa tiene un enorme potencial hidroeléctrico, que es clave para la independencia energética de Honduras y el desarrollo sostenible.
- «El Tornillito»: actualmente se construye el proyecto hidroeléctrico El Tornillito, ubicado en el río Ulúa. Una vez finalizado, estará diseñado para generar hasta 200 MW (megavatios) de potencia, lo que lo convertiría en la segunda hidroeléctrica más grande del país, solo superada por «El Cajón» (Represa Francisco Morazán).Lo interesante es que operará «a filo de agua» (agua fluyente), lo que significa que su embalse será mucho menor que el de El Cajón, reduciendo así el impacto ambiental asociado a grandes represas, mientras sigue produciendo energía limpia para miles de hogares.
- Reducción de riesgos: más allá de la energía, algunos proyectos hidroeléctricos, como El Tornillito y las represas propuestas como Los Llanitos y Jicatuyo (también en el sistema del Ulúa), están diseñados con un beneficio adicional crucial: ayudar al control de inundaciones. Estas estructuras tienen el potencial de regular el caudal del río, disminuyendo el riesgo social y económico en el Valle de Sula durante las temporadas de lluvias intensas.
Inundaciones catastróficas
Debido a las fuertes lluvias, sobre todo en la temporada ciclónica (huracanes y tormentas tropicales como Eta e Iota en 2020), el Ulúa y sus afluentes crecen exponencialmente, desbordándose y anegando vastas extensiones de terreno, principalmente en la Llanura de Sula, lo que provoca varios daños:
- Boquetes en bordos: la infraestructura de contención, como los diques o «bordos», a menudo cede o presenta aberturas (boquetes) que permiten que el agua inunde rápidamente áreas que se creían protegidas. La falta de reparación o mantenimiento adecuado de estos bordos es un problema recurrente que agrava las inundaciones (como se ha visto recientemente en El Progreso).
- Pérdidas humanas y desplazamiento: las inundaciones han causado la pérdida de vidas humanas y el desplazamiento masivo de miles de familias, quienes deben abandonar sus hogares y buscar refugio en albergues temporales, a menudo por semanas o meses.
- Impacto económico devastador: se pierden cosechas enteras (banano, palma africana, caña de azúcar, granos básicos), lo que genera pérdidas millonarias para el sector agrícola y afecta la seguridad alimentaria del país. Las empresas y la industria en el Valle de Sula también sufren daños severos, impactando la economía nacional. Se estima que cientos de miles de hectáreas de cultivos están expuestas a inundaciones.
Las intensas lluvias de las últimas semanas han afectado seriamente los campos bananeros en varias comunidades de El Progreso, Yoro. Entre las zonas impactadas se encuentran La Duarte, Campo Amapa, Naranjo Chino, Miraflores, Las Cuchillas y San Isidro, donde el exceso de agua ha provocado inundaciones y daños en los cultivos.
Río Lempa
El Río Lempa es uno de los ríos más importantes y largos de Centroamérica. Tiene un tramo significativo de su recorrido en Honduras, aunque la mayor parte de su longitud total se encuentra en El Salvador.
El afluente nace en las montañas del departamento de Chiquimula, Guatemala. Tras recorrer aproximadamente 30 kilómetros en territorio guatemalteco, ingresa a Honduras por el departamento de Ocotepeque.
- Recorrido en Honduras: atraviesa el departamento de Ocotepeque por unos 31.4 kilómetros. Dentro de Ocotepeque, se ha mencionado su paso por municipios como Concepción, Ocotepeque (Nueva Ocotepeque), Sinuapa y Santa Fe, aunque su influencia se extiende a otros municipios que forman parte de su cuenca alta.
- Cuenca: la cuenca del río Lempa en el país abarca una superficie de aproximadamente 5,251 km², lo que representa un 30.6 % de la cuenca trinacional total.
- Departamentos involucrados: Ocotepeque es el que es directamente atravesado por el cauce principal del Lempa. Sin embargo, la cuenca del Lempa en Honduras también incluye partes de otros departamentos como Lempira e Intibucá. Se han identificado hasta 48 municipios hondureños que forman parte de la cuenca del Río Lempa.
- Salida de Honduras: el río cruza la frontera con El Salvador al noreste del departamento de Chalatenango, continuando su recorrido por aproximadamente 360.2 km en territorio salvadoreño hasta desembocar en el Océano Pacífico.
Importancia para Honduras
Recurso Hídrico: es una fuente vital de agua para consumo humano. También para actividades agrícolas (riego) y ganadería en las comunidades de Ocotepeque y otras áreas de su cuenca.
Desafíos: al igual que en los otros países, el río Lempa en su paso por Honduras enfrenta serios desafíos ambientales, incluyendo la contaminación por aguas residuales, desechos sólidos y agroquímicos. Además con la deforestación en sus riberas, lo que impacta la calidad del agua y la salud del ecosistema.
Afectaciones Ocotepeque
El 18 de junio de 2025, la crecida del río La Laborcita destruyó más de 40 tramos de tubería, dejando sin agua potable a los municipios de Ocotepeque y Sinuapa.
Municipios incomunicados: el 17 de junio de 2025 se reportó que al menos tres municipios de Ocotepeque (Fraternidad, Dolores Merendón y San Jorge) están incomunicados. Lo anterior, por deslaves, viviendas inundadas y desbordamiento de ríos y quebradas por las intensas lluvias.
Aunque el Lempa es una cuenca transfronteriza que atraviesa Ocotepeque, la mayoría de los informes recientes de daños directos en la zona se centran en otros ríos y quebradas, como los ríos La Laborcita y Ulúa. En años anteriores también ha causado afectaciones, como en 2020, cuando se monitorearon sus afluentes por desbordamientos en la región.
Damnificados
Los fenómenos naturales mantienen en alerta roja, amarilla y verde a 14 departamentos del país, causando graves afectaciones a nivel nacional. Según el informe compartido este jueves por Copeco, las fuertes lluvias registradas del 16 al 19 de junio han dejado 1,742 familias afectadas, 122 damnificadas y 53 evacuadas.