SANTO
Mientras para los reservistas el sol sí sale completo, mandan a decir los milicos de la tropa baja que siguen contando los días con los dedos y el sueldo con esperanza, porque el dichoso décimo cuarto todavía brilla por su ausencia. Dicen que ya hasta le rezan al santo de las causas perdidas, cuando los de arriba siguen buscándole tres patas al gato para hacerle los mandados al oficialismo.
DEDUCCIONES
En cambio, para los retirados de fusil y mochila, el general desempolvó la generosidad y ordenó quitarles las deducciones, un alivio que llega como maná del cielo… Aunque en pleno año electoral. Cuentan en los pasillos que esa lucha gremial llevaba años estancada en el archivo, pero bastó que se acercaran las urnas para que mágicamente se resolviera.
BILLETILLO
Donde ya cayó tormenta con todo y granizo fue entre los padres de la patria, que aunque muchos no aparecen ni por accidente en el Hemiciclo, ya cobraron su décimo cuarto. Eso sí, no terminaron de contar el billetillo cuando ya andaban preguntando con ansias por el débito de la quincena.
MÚSCULO
Mostrando músculo, porque los acuerdos aún siguen en veremos, Delay concentró ayer una buena cantidad de azulejos en un gimnasio de la Villa Olímpica. Eso sí, con pocas caras conocidas del club de opinólogos que desfilan de foro en foro; más bien, solo se le vio al fiel lazarillo, el yerno, siguiéndole los pasos como sombra obediente.
FUEGO
Desde luego, no desaprovechó la oportunidad para deshacerse en halagos por el inquilino de «Niuyork» y abrir fuego contra el séquito del candidato, a quienes acusó de jugar a las élites y ningunear a los que sí han sudado la camiseta por el partido, sobre todo en el gran bastión de Francisco Morazán.
COFRADÍA
Hablando de séquitos, entre las liebres de Francisco Morazán también están cansados de favoritismos y hasta les rechinan los dientes, hartos de que todos los proyectos para politiquear se repartan entre el famoso “combo de los cinco”, una cofradía bendecida que desde arriba se dedica a cortarle las alas a los demás.
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