CARRETA
Regado como chispa en pastizal seco, anda el chambre entre las liebres de que al suplente de la 32 por el DC lo dejaron empujando la carreta solo, mientras el titular no le echa el hombro ni le suelta un peso. Más bien lo tienen como mula de finca, produciendo abono a sol y sombra, con la misión de ir a cobrar otros cuatro años la feria por el curul de propietario.
BECAS
Para lo que sí no escatima es para salir en la foto, pues ya convocó a las bases, a media prensa y a todo el populacho a su acto de “generosidad”, repartiendo becas en el Stybis. Lo curioso es que, según chismeó una liebre del barrio, esas becas no salen de su bolsa, sino del mismo barril sin fondo que todos pagamos.
BOMBO
En otro batacazo, el barbón cambió el saco y la corbata por la camiseta de la selecta para revivir sus tiempos de barra brava. Eso sí, no fue solo: lo escoltaron casi 60 oficiales, entre camuflados y uniformados, como si fueran a liberar una plaza sitiada. Y para rematar la función, delegó a dos capitanes del ejército la “heroica” misión de cargarle el bombo.
BOLETOS
Pero parece que el presidente impuesto a patadas no fue el único burócrata en las graderías. Según los chismes que resbalan por los pasillos del CCG, dos secretarias se agenciaron los boletos incluso antes que el mercado negro, resultando más eficientes para brincar en el estadio que para ejecutar en sus despachos.
VÍTORES
Brotan las historias sobre las componendas que le allanaron el camino al acta de la discordia. Allá en el TJE ya se oyen los vítores anticipados de los Salvatore, que celebran la “subsanación parcial” como si fuera una absolución divina, convencidos de que lograrán colarse en la contienda.
CAITE
De zapato a caite pasó el virtual precandidato del LIDEHR, que soñaba con la banda presidencial, pero que en el CNE le reventaron el globo y le eliminaron al partido. Así que, para no acabar con las manos vacías, ahora figura como vicealcalde de un comentarista deportivo.
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