CHICLE
Más que acostumbrado a pasar por encima del reglamento, el del bombo volvió a jugar a la viveza criolla y, sin despeinarse, plantó suplentes en los curules azulejos como si fuera dueño del corral. Total, para él, la ley es como el chicle: se estira según le convenga.
AUTOMÁTICO
Aunque a gritos de papel y mármol murmuran las paredes del Hemiciclo que esa suplencia masiva y el retorno de los azulejos fue más de compadre hablado que de legalidad pura. Y es que, a la hora de contar los votos, salieron 105 “honorables”, pero en las butacas no se veían ni cien corbatas… como que alguien dejó el botón programado y la democracia en piloto automático.
CORONA
Aquel que de amable no tiene nada, y que en sus días de llanura corría detrás de las cámaras, ahora se reviste de acero para defender a capa y espada a su escuadrón de cubanos. Hasta con tono de oráculo caído asegura que una visa no es el boleto a la vida eterna… Total, ya sin esa corona, solo le queda el verbo inflamado.
PISCINA
Le falló la inversión al guarizama de Talanga, que apostó al Chelato sin calcular que, con la primera lluvia, los camerinos se volverían piscina. Eso sí, para paseos por Madrid y Francia no escatimaron ni un lempira. Lo urgente puede esperar… lo turístico, jamás.
FACTURA
Cuentan las malas lenguas que ahora no solo manda, también factura. Hasta dueño de equipo pesado resultó, y, para colmo, lo alquila para obras de escuelas y carreteras. Nada mal para quien hace no mucho andaba a pie y con los guajes remendados.
TREN
Soltó metralla sin piedad el sociólogo, y el blanco fue el presidenciable del PINU, a quien, según él, ya se le fue el tren sin siquiera haber arrancado. A estas alturas del partido, dice que no cuaja ni con levadura y que, frente a líderes de antaño, el economista no tiene nada.
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