CAMPAÑA
En pleno siglo XXI, las liebres siguen vendiendo humo. Esta vez, ganando conciencias con letrinas de campaña, con estilo demagógico de vitrina, reciclado y sin el más mínimo pudor: prometiendo progreso con estructuras de antaño, como si el desarrollo se midiera en hoyos con puerta.
CATAFIXIA
Y como en tiempos de campaña, hasta una flor marchita sirve de bandera, el calvo sigue en el Día de la Madre eterno para montar su obra regalona en la ciudad de los zorzales. Todo al ritmo de una catafixia populachera, escoltado por la trinidad de las subvenciones, Le Ministré, y la zarca en el papel de vocera vitalicia del clientelismo y la sátira.
ARCANOS
Desde la clandestinidad, e inspirado en el allanamiento a sus moradas, el enemigo de los Capuleto regresó al ruedo, esta vez sin fatiga pero con voz de tormenta, soltando arcanos de los tiempos del Poder Ciudadano para acusar a la comandancia de conspirar en reuniones lúgubres con la red de las tinieblas.
RELIQUIA
Lo que sí le reclama el gentío es por qué tardó tanto en soltar el secretito, que más bien parecía reliquia empolvada. Porque con semejante bomba, bien se hubiera ahorrado hasta el golpe de Estado. Pero como prefirió guardárselo, a estas alturas suena más a manotazo desesperado por lo de la filme fantasma.
CACIQUES
En el hotel donde rindieron homenaje a caciques del ayer, la marea azuleja, contra todo pronóstico, envió un mensaje claro: los acercamientos de doña TH y el hombre de los burros ya se van cocinando, a fuego lento y entre brindis nostálgicos.
PLAN B
Tras un repentino aterrizaje en el partido del Romeo, media Hubieras andaba rascándose la cabeza, preguntando: ¿Quién es Sasan? Cuenta la muchachada que el susodicho fue parte del aquelarre de resignados de doña TH, y que, tras el fracaso de su fórmula partidaria, reaparece con plan B bajo la manga.
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