PARTE 2
Los diputados de Cortés andan ingeniosos con sus proyectos de ley. La semana pasada fue el diputado baleada y su moción para que se decrete el día mundial de la tortilla de harina con frijoles, queso, huevo y aguacate. Ayer apareció otro azulejo mocionando para que se construya un teleférico en “San Peter”. Ojalá y no sea que Ekónomo quiera que los “jampedranos” también tengan su Trans450 parte 2.
TREGUA
La pregunta que medio mundo se está haciendo es si los transportistas harán arder Roma esta tarde-noche cuando vencen las 48 horas de tregua que la dirigencia del rubro de la eterna operación en rojo le dieron al hombre para que autorice la rebajita de 23 desplumados al galón de las gasolinas. “La bendición” insistió ayer que no habrá almuerzo gratis. Ebal quiere saber cuánto bajará el pasaje.
YUCA
La jueza Pandora está trabajando lo que no había laborado en el año y medio que tiene en el cargo. Las audiencias contra los imputados por el caso más sonado de todos los tiempos salió a la una y media de la madrugada en el primer día de la audiencia inicial y lo mismo pasó anoche. La abogada pasó todo el día recibiendo pruebas. Hoy le toca yuca evacuando medios probatorios. Está previsto que termine allá por Navidad.
CAMPAÑA
Mundito Orellana anda en campaña para que se inhabilite a los diputados pandoros. El ex fiscal general está en plena promoción del artículo 41 de la Constitución de la República, que reza que la calidad de ciudadano se pierde por auto de prisión dictado por delito que merezca causa mayor. Y ese artículo lo relaciona con otro que dice que sólo quien posee la calidad de ciudadano tiene derecho a ejercer cargos públicos.
CANDELA
A propósito de Pandora. Le han volado candela a un abogado que fue jefe de la Unidad de Investigaciones del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) porque resulta que ahora apareció como defensor de uno de los “pandoros”. Hay quienes no ven correcto que el abogado, un día persiga a los corruptos y al otro los defienda. Lo que sí es cierto es que el hombre tiene derecho a ganarse el pisto de sus frijolitos.
