INFILTRADO
El inquilino de Nueva York llegó a la Corte resuelto a todo, con los puños bien apretados y una barba canosa y descuidada que fueron su carta de presentación para acusar a Raymond de ser un infiltrado de la DEA.
QUEJA
Basó el hombre su acusación en el chisme que dijo le había contado precisamente quien le recomendó a Raymond para hacerse cargo de su pleito, al tiempo en que se quejó de no haber podido contactar a su abogado de confianza en las honduras.
SEGUETA
Un asunto muy chungo que obligó a Raymond a no quedarse callado y responder que todo el «alaraque» de su defendido es porque anda con ganas de «darle segueta» a falta de poquito menos de tres semanas para el día del juicio final.
ABOGADO
Un juicio para el que el extraditado también insistió a Castel que le concediera un abogado público, aduciendo esta vez lo de la infiltración de Raymond y el hecho de que le «mocharon» el «ajustón» que andaba haciendo en Gofundme.
TIGRE
Pero fue un día de ajetreo en el distrito sur, donde el banquillo no tuvo tiempo de enfriarse, pues tras la intervención del hombre llegó también la del «Tigre», que se plantó con tono bravucón.
DEFENSA
Dijo el exjefe la Policía catracha ante un omnipotente Castel, que sigue sin entender qué lo tienen haciendo por allá, pues juró no ser un delincuente ni criminal, apelando a la carencia de un apoderado que lo represente.
ALERTA
Y en una realidad paralela, al «Delay» le clavaron una alerta roja a través de la Interpol por sus dizque movidas «pandas» cuando era el «toro» del Infop, lo que significa que más vale que se esté quietecito donde está.
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