VIEJO
Nada nuevo para Riflazos las «revelaciones» que Ebal Jair hizo ayer en relación con reuniones sostenidas con la dirigencia de la oposición. El ministro pulpo quiso contar que frecuentemente ha ido a misas con sus enemigos preparando las bases de un posible acuerdo político, pero eso es cuento viejo para esta chismosa columnita que lo tiene chequeado asistiendo a juntas con Martell, Jorge Cálix y Rixi Moncada. Y paren de contar.
TONTO
Por cierto, el coordinador general de la oposición no ha querido tampoco alejarse de Twitter en estos días de reposo. A raíz de la publicación que un medio hizo con base en las declaraciones de Ebal Jair, Manuel Zelaya escribió que el titular de la noticia que asegura que el ministro pulpo se ha ha reunido con él, es una manipulación. «Ebal no es tan tonto para inventar una cita que no existe», escribió Mel, quien por estos días visita Olancho y bebe vino de coyol de la mera mata.
DURO
Otros políticos de este patio no han querido tomarse las vacaciones de Semana Santa. La mayoría anda fuera de estas tierras, pero no dejan las redes sociales para estar dándose duros unos contra otros. Los más activos siguen siendo Salvatore y el ex rector. En clara alusión al jefe de bancada y a otros, Luis Zelaya juró ayer por Unitec que acabará con los políticos corruptos de su partido y de otros institutos. ESO no dijo ni pío.
SUERTE
Quienes se andan dando la gran vida en tierras lejanas son algunas y algunos que están en el poder. Solo son fotos en ese Facebook presumiendo que Barcelona, que Madrid, que Paris, que Roma… En fin, pareciera que la suerte llega cuando alguien consigue chamba en el gobierno porque nunca antes se les vio viajando tanto y tan lejos como ahora que están mamando de la teta azul. Así es esto.
PERDIDOS
Y finalmente los grupos radicales de LIBRE si están desarrollando tomas de carreteras como parte de un paro convocado sin la venia de la coordinación nacional para toda esta semana. La gente, en las carreteras, que quiere llegar rápido a sus distintos destinos, les echa rayos y centellas por obstaculizar la vía pública, pero los manifestantes, en sus cabezas, creen que la «pipol» a quien va a odiar más es al hombre. Ahí andan perdidos.
