Redacción. El enfrentamiento entre miembros de las Fuerzas Armadas y pobladores de Cofradía, en Francisco Morazán, puso bajo la lupa el comportamiento de los militares en este aldea.
Un incidente que involucró a soldados del Proyecto Victoria y miembros de la comunidad ha generado tensión en Cofradía, según relató el reverendo Mario Fumero a Diario Tiempo. Todo se desencadenó cuando, al parecer, unos soldados ingirieron bebidas alcohólicas y posteriormente se acercaron a un joven que se conducía en su motocicleta.
«Procedieron a pedirle los papeles y parece que, como estaba bebido, intervino la comunidad», destacó Fumero. El líder religioso explicó que en la comunidad corre el rumor de que un uniformado intentó pedir un soborno; sin embargo, no existe evidencia que respalde esta acusación.
Fumero agregó que los miembros de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) comenzaron a discutir con la población, y tras el intercambio de palabras, se realizaron algunos disparos.
Zafarrancho
«Ahí entonces, trataron de quitarle la mano, le pegaron y se armó un zafarrancho hasta que intervino la policía de Cofradía. La gente indignada entró y destruyó el local donde ellos aparentemente tenían su punto de operaciones», reveló el reverendo.
Del mismo modo, Fumero aseguró que la misión principal de estos militares en la zona es la vigilancia y el resguardo de los bosques. «Parece que se metieron en asuntos que no tienen nada que ver con el bosque», sentenció.
VEA EL VIDEO
Relación con la comunidad
El líder religioso señaló que lo que causó mayor indignación en la comunidad fue el estado en el que se encontraban los militares. Ante la consulta sobre si la relación con la población siempre había sido hostil, el reverendo respondió: «Ha habido un poco de malestar porque la gran mayoría fuma y bebe, dicen que han consumido drogas. Pero, no hay prueba de ello».
Fumero manifestó que el estallido de violencia fue detonado por la actitud de los uniformados ante lo que ocurría. «Ahí es donde vino el alegato y al ver que estaban bolos, se vino la confrontación», agregó.
«La policía intervino, los sacó de ahí y la gente se metió en el local que ocupaban y parece que armaron un relajo adentro», confesó.
Asimismo, Fumero indicó que es una práctica común que los militares consuman bebidas alcohólicas, pero destacó que esto solo lo deben hacer mientras están fuera de servicio. «Algunos se pasan de copas y ahí es donde pierden el control», añadió.
VEA EL VIDEO
Responsabilidad
El líder religioso destacó que ambas partes actuaron mal, tanto los militares como la comunidad, debido a que no se debe recurrir a actos violentos. Además, Fumero aseguró que se desconoce qué ocurrirá en esta comunidad: si llegarán nuevos militares o si la población se rehusará a su presencia. «Esos soldados están puestos para velar por los incendios forestales y la seguridad en La Tigra, esa es la función de ellos», exaltó.
El reverendo manifestó que existe un poco de tensión tras lo ocurrido. «Todo el tiempo los soldados han venido y la gente observa la conducta de ellos», detalló.
Fumero comentó que, a pesar de que la comunidad debe decidir si regresan o no, la presencia militar es necesaria para la conservación forestal.
«La comunidad tiene que proceder cuando no estén contentos con el comportamiento de los militares, acudir al orden establecido. Nunca acudir a la violencia», aseguró.
El líder religioso expresó que el Ejército de Honduras debe instruir a sus miembros a evitar «meterse con las mujeres y de ingerir bebidas alcohólicas, porque todo esto, en una aldea pequeña, crea un ambiente negativo hacia ellos».