Redacción. La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos (JJ. OO.) de París 2024 se dio este viernes 26 de julio, donde hubo una convergencia entre el arte y el deporte. El evento inaugural fue foco de una gran polémica por la representación de ‘La última cena’, de Leonardo da Vinci.
Habitualmente, las ceremonias de aperturas de los Juegos Olímpicos son conocidas por sus grandiosas y elaboradas presentaciones. Pero esta edición decidió incluir una representación moderna de una histórica obra de arte de la liturgia del cristianismo (otros consideran que la obra de Leonardo da Vinci fue esencial en la construcción de una nueva religión).
Lo de parodiar ‘La Última Cena’, atacando al cristianismo, no parece que tenga mucho de espíritu olímpico. pic.twitter.com/DAysmX494D
— 马悟空 (@Ma_WuKong) July 26, 2024
En la representación recrearon el cuadro por un grupo de actores ‘drag queen’, quienes interpretaron los papeles de los apóstoles y Jesús en una mesa que evocaba la célebre obra de Leonardo da Vinci.
El espectáculo pretendía resaltar la inclusión y la diversidad, valores que los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 querían promover como reflejo de una sociedad moderna y abierto.
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No para todos cayó bien. Para los creyentes, en especial los católicos, esto fue considerado una “falta de respeto”. Pese a esto, el objetivo principal era celebrar tres aspectos convergentes: la diversidad del arte, la música y las orientaciones sexuales, según los organizadores.
Críticas
Como era de esperarse, la representación generó miles de reacciones opuestas. Por una parte estaban los conservadores y religiosos que manifestaron su molestia. Algunos calificaban la representación como una falta de respeto hacia una imagen importante y sagrada para la fe cristiana.
Las críticas se centraban en una supuesta “blasfemia” y “menosprecio” hacia las tradiciones religiosas, además de acusar a los organizadores de apropiación cultural para ofender las creencias de millones de personas en el mundo.
¡Despreciable! En el cierre de la inauguracion de los Juegos Olímpicos, luego de presentar «la última cena drag queen», sale un trans con barba, representando a Jesús de manera sexualizada.
La inmundicia woke no tiene límites#Paris2024 #JuegosOlímpicosParís2024 pic.twitter.com/VP0iMb5R81— Carlo Martin (@Liberfach0) July 26, 2024
Por otro lado, los defensores de la comunidad LGBTQ+ y partidarios celebraron la interpretación de la nueva escena, manifestando que fue vista como “un mensaje de aceptación y diversidad. Asimismo, aseguraron que esta representación rompía los estereotipos y fomentaba en la sociedad una visión más inclusiva.
La controversia creó un debate sobre el papel del arte en la sociedad y su herramienta para cuestionar la realidad social y cultural. Lo único claro es que la obra de Leonardo da Vinci es una pieza icónica para los cristianos.