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jueves, marzo 28, 2024

Hondureña suplica por repatriación de su hijo asesinado en EEUU

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Redacción.– El asesinato de un joven hondureño junto a otras tres personas a finales de octubre en Denver, Colorado, en los Estados Unidos, sigue causando dolor e impotencia entre sus familiares.

La víctima respondía en vida al nombre de Kenneth Eugene Green Luque de 20 años. El joven murió junto a su pareja, María Anita Serrano, de 22 años, su suegro Jesús Serrano, de 51, y su vecino, Rudolfo Salgado Pérez, de 49.

El principal sospecho de este crimen es la expareja de María Anita, Joseph Castorena, de 21 años.

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Escena del crimen.

Hasta el momento el sospechoso se encuentra prófugo de la justicia y las autoridades ofrecen una recompensa de 15,000 dólares (372,600 lempiras).

La familia del joven hondureño se encuentra destrozada por la tragedia y exigen justicia por este asesinato.

«No lo vi en vida, ni siquiera voy a ver su cuerpo, ni de saber. Por lo menos aquí tenemos cementerio voy a poder saber que mi hijo está ahí, pero tan lejos», dijo entre lágrimas la madre del hondureño asesinado, Suyapa Luque a Univisión.

Luque vive en San Pedro Sula, Cortés y solicita ayuda para poder repatriar el cuerpo de su hijo y así «tenerlo en un cementerio y por lo menos saber dónde está».

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Primer detenido del caso.

La señora también manifestó su preocupación por sus dos nietas, quienes se encuentran bajo la protección de las autoridades estadounidenses.

Hasta el momento se desconocen más detalles del caso, solo se informó hace unos días  que detuvieron a un familiar cercano de Joseph Castorena.

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Lo que empezó como un día de celebración terminó en tragedia para un hondureño, luego de que un presunto enfrentamiento con un oficial de seguridad privada le costara la vida en el bar Christ en Baltimore.

Según cuentan familiares, todo comenzó dentro del lugar cuando aparentemente la hijastra de Kevin Torres (víctima) se encontró un celular extraviado en el baño, y al intentar regresarlo fue acusada de robo. Fue entonces cuando el oficial de seguridad privada presuntamente la agarró del cabello y la sacó del lugar.

«(El oficial) parece que no se dio cuenta qué es lo que estaba pasando y la cogió por el pelo y la alzó», relató Carmen Ferrér, cuñada de la víctima.

Al abandonar el sitio, dicen los testigos que Torres fue provocado por el agente de seguridad y al supuestamente enfrentarlo de manera verbal, el oficial aparentemente le roció la cara con gas pimienta. Luego, mientras la víctima tomaba un ladrillo, el agente presuntamente le disparó cuatro veces, y al levantarse le habría disparado dos veces más.

Fuente: Univisión

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